Athlas es un mundo celestial, lugar de nacimiento de los athilienses: seres divinos conocidos como "los viajeros", amos indiscutibles de los siete mundos existentes paralelamente a Athlas.
Al llegar a su madurez, los athilienses se ven forzados a abandonar Athlas y a explorar los siete mundos exteriores, lugares en los que practican con sus poderosas habilidades, manipulando el tiempo y el espacio mientras descubren y exploran los secretos de la creación impuestos por sus ancestros.
Cuando el concilio de Athlas los considera lo suficientemente poderosos como para convertirse en dioses dignos de formar parte de sus iguales, los someten a una prueba final: un desafío de sabiduría y divinidad en un planeta aislado y hostil que orbita alrededor de Athlas, convertido en campo de batalla. Un joven athiliense se enfrentará en duelo contra otro, utilizando sus conocimientos adquiridos y sus poderes, en un intento de ser el primero en abrir el portal que le permita volver a Athlas.
En el juego de mesa "Athlas: Duel for Divinity", cada jugador adquiere el rol de un joven athiliense compitiendo por reunir las reliquias que le permitan crear el portal para volver a Athlas, y por consiguiente superar la prueba final para llegar a la edad adulta.
El juego consta de dos fases. En la primera, la "Fase de Creación", cada jugador utiliza sus cartas para crear y equipar sus propias creaciones alpha. Estas cartas definen sus habilidades, fuerza, movilidad y otros atributos.
En la segunda, la "Fase de Mando", los jugadores invocan unidades a partir de sus creaciones alpha sobre el tablero. Dirigiendo sus unidades y utilizando sus propias y poderosas intervenciones divinas, cada jugador intenta hacerse con dos de las tres antiguas reliquias para abrir el portal y ganar la partida.
El sistema de creación permite a los jugadores diseñar sus propias unidades de la manera que deseen, otorgándoles un sinfín de estrategias y combinaciones que explorar.
2014