Los clérigos humildes han dedicado su sangre, sus vidas y todo lo que poseen al servicio de la fe. Por lo tanto, llevan puesto poco más que sus cilicios y unas sencillas túnicas, y entran en combate con armas improvisadas o recogidas del suelo. Aun así, los clérigos humildes seguirán combatiendo allí donde los hombres corrientes con menos fe se desbandarían y huirían.
Se puede confiar en que los clérigos humildes montarán una defensa fiable en un punto crítico o asaltarán una posición enemiga imposible, y si no tienen éxito, lucharán hasta el último hombre. Los clérigos humildes sirven a los Siete y al Gorrión Supremo y demuestran su fe mediante sus actos.
2019