Ya está aquí la primera expansión del juego de mesa "Formula D". ¡Dos circuitos con sabor americano: Sebring y Chicago!
A lo largo de seis kilómetros, el circuito de Sebring alterna rectas largas, curvas rápidas y lentas con curvas de trazado muy técnico. Situado en un antiguo campo militar y reconvertido en un campo aéreo, este circuito ha sido utilizado para grandes competiciones desde 1930. Cada año las doce horas de Sebring se realizan allí, es una carrera de resistencia y una prueba para los coches bajo un ambiente seco y caluroso como el de Florida.
Bienvenidos a este nuevo cirtcuito de Street Race, a través de la ciudad de los gansters... Interesantes cruces, puentes y caminos que no llevan a ninguna parte son algunos de los actractivos de este circuito... ¡atrévete!
2009
Lleva al motor hasta sus límites, negocia las chicanes, pégate a la rueda de tus rivales y aprovecha su rebufo para ponerte en cabeza... Tendrás que asumir riesgos por anticiparte si quieres estar entre los mejores pilotos y subir al podium. De nuevo estamos ante un juego que no requiere demasiada preparación. ¿Estamos listos?
Una vez empieza todo, es importante saber que sólo podrás subir/bajar una marcha por turno (Lls marchas te permitirán tirar un dado que haga que avances más o menos) y que en caso de necesitar más... será a costa del cambio de marchas. Si te cargas el coche ya sea por él, por el motor, las ruedas,... ¡Estás fuera!
Estamos ante un juego de gestión de tiradas, de ser previsores y en el que las curvas son tremendamente importantes. Tanto es así que cada curva requiere de un número mínimo de paradas (cuenta como parada el momento en el que terminas tu movimiento a final de turno) y si no lo haces... vas mal... muy mal. Al principio cuesta pillarle un poco el tranquillo, pero tranquilos que eso no dura mucho.
Abrimos la primera de las expansiones de este juego de mesa y una cosa me queda clara (aunque ya lo intuía): en este caso las expansiones son para los que vayáis a darle mucha caña al juego. Si no, tiene poco sentido. Aunque hay que reconocerle que por el formato que tiene, lo cierto es que apenas ocupan nada en una biblioteca, por ejemplo.