El mazo contiene seis clases de cartas. En cada turno cada jugador roba tres cartas (una no visible y dos visibles) y guarda en su mano una visible y otra no visible y asigna la tercera carta robada a otro jugador.
Al final de cada turno el jugador con el mayor número de cartas de color no puntúa por las cartas de ese color mientras que el resto de compañeros sí. Al final del juego el jugador con más puntos gana.
Juego de mesa rápido y divertido, con una dosis de estrategia, apto para toda la familia.
2005