En el juego de mesa "Kingdom Builder" los jugadores deben crear sus propios reinos mediante el posicionamiento estratégico de sus asentamientos, para poder hacerse con el mayor número posible de pepitas de oro y así ganar la partida.
Nueve tipos diferentes de terreno están representados en un tablero de juego variable, incluyendo lugares y castillos. Durante su turno, un jugador juega su carta terreno y construye tres asentamientos en tres hexágonos de este tipo. Si es posible, un nuevo asentamiento debe ser construido al lado de uno de los asentamientos existentes de ese jugador. Cuando se construye al lado de una localización el jugador puede tomar una ficha de acción adicional que podrá utilizar a partir de su siguiente turno. Estas acciones adicionales permiten realizar acciones especiales como mover los asentamientos.
Al construir al lado de un castillo, el jugador ganará pepitas de oro al final de la partida, pero la mejor forma de conseguir oro es mediante el cumplimiento de las condiciones de las tres cartas "Kingdom Builder", estas tres cartas (de un total de diez en el juego) especifican las condiciones que deben cumplirse para ganar el tan deseado oro, como por ejemplo construir al lado de hexágonos de agua o tener el mayor número de asentamientos en un sector del tablero.
2011
Cercado de áreas | Colocación de losetas | Configuración variable | Construcción de patrones | Control de áreas / Mayorías | Encadenamiento | Movimiento en casillas hexagonales | Movimiento por celdas | Tablero modular | Unión de puntos de un mapa
Si ves algún dato erróneo en alguno de vuestros juegos, tan sólo mándanos un e-mail indicándonos el dato a modificar y nosotros nos ocupamos.
Los reinos se enfrentan en el tablero de juego para conseguir la mayor cantidad de oro y así dominar la región. Para ello, centrando sus esfuerzos en las cartas, los jugadores deberán expandir su territorio situando estratégicamente sus asentamientos para ganar la partida. Nos encontramos con un juego de mesa mecánicamente sencillo.
Un juego de conexiones y control de áreas con unas reglas muy sencillas: cada turno los jugadores deben colocar tres casitas en el tablero, si es posible adyacentes a las que ya tengan y sobre un tipo concreto de terreno indicado por una carta, a robar también cada turno (la primera carta del mazo según las reglas oficiales).
En el juego original cada turno hay que robar una carta al azar que determina en qué tipo de terreno podrás construir ese turno, y te tienes que aguantar con lo que te toque. Esto convierte el juego en un puro azar, y no mola. Por contra, en esta ocasión cada jugador ha robado dos cartas por turno para poder elegir entre ellas la que más le convenga.
Cuando tu primer juego gana el Spiel des Jahres se empieza a desarrollar un cúmulo de expectativas, predisposiciones y desconfianzas que se reducen en una expresión: estás jodido. Ya puedes ponerte a diseñar el juego que quieras, que la reacción va a ser siempre la misma: no es tan bueno como el primero. Y, efectivamente.
En este juego nos ponemos en el papel de constructores que especulan todo el tiempo con los terrenos del reino. Podemos expropiar casas, derrumbarlas y volver a construirlas unos metros más allá. Además edificando en los terrenos, teniendo en cuenta los tres objetivos que hayan salido al principio de la partida, ganaremos pepitas de oro.
Los componentes del juego, muy buenos, tal y como nos acostumbra Queen Games (aunque ya sabemos que esto trae consigo un precio elevado). Os recomiendo a todos que le déis una oportunidad. Y eso que soy consciente de que este juego ha estado envuelto en polémica desde que salió. Aun así, no olvidemos que es un juego familiar, las partidas son livianas.
Es un abstracto que sufre de la "sintematología" típica de este tipo de juegos. De reglas sencillas y corta duración, es ideal para comenzar una velada o para sacar entre juegos de mayor complejidad... pero no se equivoquen, tiene más profundidad de lo que parece. El setup del juego no lleva ni dos minutos y es bastante sencillo. Desde mi punto de vista ha sido todo un descubrimiento.
Para empezar diré que al ser un juego de Queen Games esperaba calidad en los componentes y he de decir que no me defraudó para nada. Caja grande, de dimensiones tipo "Sid Meier's Civilization: El juego de tablero" o "Colosseum", con un ligero toque de aire. Un troquel de calidad, cartas plásticas también de calidad, ocho tableros de cartón grueso y casitas de madera.
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