El cuervo está muy hambriento, y a falta de manjares mejores ha decidido aprovecharse de nuestro árbol familiar para saciar su apetito. Está claro que la familia se unirá para impedir que el aprovechado pajarraco se salga con la suya. Hay que recolectar todas las cerezas del árbol para impedir que el cuervo llegue hasta ellas. Y hay que hacerlo rápido. Memoria, algo de suerte y trabajo en equipo... ¡y lo habremos conseguido! Vamos a salvar la fruta de nuestro frutalito.
La propia caja del juego ejercerá de tablero, pues sobre ella están dibujadas las casillas por las que avanzará la figura de madera que representa al hambriento cuervo, y se situará el árbol que sostiene las cinco cerezas. Junto a la caja formaremos un "campo" con las losetas de flores de cinco colores. Tendremos tres losetas por cada flor, y esconderán una imagen del cuervo (que le hará avanzar), una imágen de un animal dormido (que no ejercerá ninguna acción en el juego) y la imágen de una cereza (que nos permitirá recolectar una de las cerezas del árbol).
En cada turno, el jugador deberá lanzar un hermoso dado (por sus dimensiones) que será el que marque el color de la flor de la que podemos desvelar una loseta. De este modo cada jugador levantará una loseta y deberá ir recordando los resultados anteriores para no equivocarse ¡sólo en caso de obtener una cereza la loseta se retira! En los otros dos casos, la loseta vuelve a ocultarse.
Si logramos recolectar todas las cerezas antes de que el cuervo llegue al árbol habremos vencido. Y en este juego de mesa... ¡habrá sido una victoria de todos!
2011