Adéntrate en el bosque encantado de Sugi, conoce a los espíritus que lo habitan y guía a tu descendiente predilecto para que sea el primero en llegar al templo.
En "Sugi", los jugadores representan unos espíritus antepasados que deben guiar a sus descendientes a través del bosque para que encuentren el templo. Cada jugador tiene un árbol genealógico que le indica cuales son sus descendientes predilectos...
Un juego de mesa de dos a cinco jugadores, en el que deberás guiar a tus familiares a través del bosque encantado, hazlos llegar al templo antes que los otros jugadores y ¡ten cuidado con los espíritus!
2016
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Sabéis que este juego no tiene modo solitario; y si no lo sabéis, os lo digo yo. Vamos a jugar, no sé si lo habéis jugado. En principio, tentgo que decir que cuando me llegó este juego pues visualmente no me convenció mucho; pero fue probarlo y... ¡amor! Fue brutal. También tengo que comentaros una cosa; y es que es un juego para gente que se pique.
Ya tenemos todo preparado para jugar dos jugadores. Nos acompaña nuestro colaborador más dicharachero, y vamos a hacer una partida para dos jugadores. Como véis, el tablero se forma de tres por cuatro más el final y el inicio. A cada jugador se le repartan cuatro cartas de éstas, que son las flechas de acciones y una de éstas.
Tenemos cada uno un color. Yo creo que sí... ni me he dado cuenta. Es que como nos hemos dado cuenta de que cuando llegue uno se acabe el juego y va por puntos... La cosa es: ¿qué interesa más... que no llegue nadie o que llegue uno que no es el tuyo? Ahí está, porque yo creo que no vamos a tener ninguno de nosotros tres. Es que no avanzamos.
Lo estaba viendo venir. A ver... Uy qué cosa más rara, a saber lo que va a hacer. ¿Cómo que quedo yo...? Ésta ha sido la ronda más rara de todas. Te toca, yo ya he puesto la segunda. Vale, vale... Hay que levantar, eso es. El negro y el amarillo. Amarillo para atrás y rojo para adelante. Ya está, no hay más que hacer. Ha sido un turno rápido.
Ahora te vuelvo a girar. Pues yo giro... Muy bien. Están todo hay, ¡familia! Y yo vuelvo a girar. Quizá tenía que haber puesto otra carta entonces... Bueno, nunca se sabe. Amarillo para atrás. Qué raro, ¿no? Espérate un momento, que ya me estoy yo confundiendo... La noche te confunde, ¡los kodamas te confunden! Es que siempre me saltas.
Una flecha es controlable. Cuando pones las dos flechitas, ¿qué puedes poner? Una más. Y donde tú quieras. Pero la carta la ejecuto con esto y ésta la pierdo, ¿no? Claro, esa la pierdes y usas otra. Osea, que meto eso y... La puedes meter donde quieras. ¡Espérate, espérate, espérate! Lo que altera es la línea de ejecución de la carta.
¿Dónde las vais a poner? ¿Allí? ¿El qué? ¡Las cartas! Sí, se pueden poner aquí; y se pueden levantar siguiendo el tablero. Vamos a jugar y vamos a intentar confundir un poco a los samuráis para que no lleguen al templo. Mira si están locos lo fantasmas. A ver qué sale ahora. No sé yo, ¡eh! Habéis cogido cuatro cartas, ¿no? Yo no las había cogido.
Hoy estamos aquí para aprender a jugar a un juego que después de haberlo jugado (varias veces, además) os tengo que confirmar que mi sensación es que no es válido para todos los grupos. De hecho va a funcionar mejor en grupos en los que os piquéis. Yo tengo un grupo de verano donde sí se pica mucho la gente y un grupo de invierno donde jugamos más para divertirnos.
Este supongo que viene en español, inglés, francés alemán e italiano. Pues somos un espíritu y tenemos que cruzar un bosque, me da la sensación de haberlo leído en algún lado. Aquí tenemos los libretos de reglas. Me gusta... sabéis que me gustan mucho los juegos complicados, pero también me gustan los juegos éstos que no tienen grandes reglas.