Hace mucho, mucho tiempo, en la corte imperial japonesa... Después de una larga serie de conflictos, las relaciones diplomáticas entre Japón y China por fin están recuperándose. Para celebrar adecuadamente esta alianza, el emperador de China regaló a su homólogo japonés un animal sagrado, un oso panda gigante, como símbolo de paz.
El emperador japonés ha confiado a los miembros de su corte (los jugadores), la difícil tarea de cuidar de este animal, mediante la creación de un jardín de bambú.
En este juego de mesa los jugadores tendrán que cultivar parcelas de tierra, regarlas y hacer crecer en ellas una de las tres especies de bambú (verde, amarillo y rosa) con la ayuda del jardinero imperial.
Juntos tendrán que intentar controlar el hambre que este voraz animal siente ante la presencia de un tierno y jugoso brote de bambú...
El jugador que consiga hacer crecer la mayor cantidad de bambú, que gestione mejor sus parcelas y que consiga alimentar al delicado panda será el ganador de la partida.
2011
Agricultura | Animales | Dominio territorial | Medioambiental
Bonus de fin de partida | Colección de ítems | Colocación de losetas | Construcción de patrones | Contratos | Lanzamiento de dados | Movimiento en casillas hexagonales | Movimiento por celdas | Puntos de acción | Tablero modular | Unión de puntos de un mapa
Un juego amable y asequible para cualquier tipo de jugador. Muy acertado el sistema para la selección de acciones, incluyendo un dado y me gusta que cada jugador vaya teniendo misiones secretas. Es ligero y puede quedarse corto en profundidad, pero da buenas sensaciones.
Un juego ligero, entretenido y precioso en mesa... pero al que le veo un único pero importante defecto. Y es que, siendo un juego en el que se ha de conseguir completar cartas de objetivo, no se dispone de ninguna manera de gestionar la mano de cartas que te toca.
Un juego con una producción vistosa, aunque algo propensa a sufrir "terremotos". Si buscas un abstracto estratégico probablemente no sea tu juego ya que no destaca por el control de los objetivos. Es un familiar que debe tomarse como tal y disfrutar la experiencia sensorial.
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Un juego que visualmente resulta impactante cuando abres la caja, todo está cuidado al detalle; el inserto es una maravilla y resulta bastante práctico. Pero además, el juego es realmente bueno dentro de su categoría; es ideal para regalar a personas que se estén iniciando en este mundillo lúdico. El objetivo del juego es conseguir la mayor cantidad de puntos de victoria, cumpliendo las cartas de objetivo.
Si algún día vas a una tienda de juegos y te pones a ojear las estanterías, seguro que te paras a echarle un ojo a este juego casi sin querer. Llama la atención en cuanto lo ves por muy escondido que esté. Lo siguiente es echar un vistazo por internet para ver los componentes y en cuanto ves al panda sabes que quieres el juego.
Para simbolizar la paz entre ambas naciones después de un tiempo de conflicto, el emperador de China ha regalado un oso panda al de Japón. Como miembros de la Corte, con ayuda del jardinero Imperial, debemos crear un bosque de bambú para el panda y cuidarlo, para así ganar el visto bueno del emperador nipón.
Con unas mecánicas sencillas, una duración ajustada y unos componentes muy bien acabados, tenemos todos los ingredientes para conseguir un juego bueno y entretenido para toda la familia. En este juego deberemos de cumplir una serie de objetivos; el primer jugador que consiga un cierto número de éstos los proclamara y se jugará una última ronda.
Hola, soy el jardinero imperial. Normalmente, eso significa cuidar de algunos bonsais; pero desde que nuestro amado emperador firmó la paz con el imperio continental, tengo que cuidar de un oso panda que ha regalado el señor de China a nuestro emperador. El problema es que mi Señor, no satisfecho con mi trabajo, nos hace competir a distintos jardineros, a ver quién lo hace mejor.
El bambú es muy bonito, y tiene incluso un pequeño dibujo que al creciendo uno sobre otro y hacer que coincida queda muy simpático. También son bonitas las parcelas, diseñadas a modo de hexágonos, y las figuras del jardinero y del oso panda, que vienen ya pintadas. Quizá lo único que se puede criticar es que los marcadores de acciones no son fáciles de distinguir uno de otro.
El juego está ambientado en Japón, en los días de la Corte Imperial... Las relaciones diplomáticas con China estaban recuperándose y el Emperador chino, como muestra de paz regaló un Panda gigante a su homólogo japonés... Toda esta historieta, está ilustrada en plan cómic en las instrucciones del juego... un detalle más, que hace del turrón de leerse las instrucciones, un trago más apetecible.