Cada jugador toma el papel de una corporación, levemente asimétrica al resto y con la que tendrá que hacer a grandes rasgos dos cosas: por un lado, invertir recursos en investigar nuevas tecnologías dentro de las diferentes áreas de interés; por otro lado, explorar el espacio con sus naves para intentar controlar sistemas que luego pueda colonizar.
Los que me conocen un poco después de estos años hablando de juegos de mesa, saben que los euros donde hay dados que proporcionen un azar controlable son de los más apetecibles a la hora de sentarme en una mesa. Si están bien hechos y además producen buenas sensaciones durante la partida, son juegos amortizados por lo mucho que los jugamos.
Un wargame ambientado en los días posteriores al desembarco de Normandía durante la Segunda Guerra Mundial. Es un juego para dos jugadores en el que uno se encargará de llevar a la trigésima división de infantería de los Estados Unidos en un intento por avanzar hacia la liberación del pueblo; y el otro a los alemanes en el empeño de resistir la ofensiva.
En 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, surgieron grupos clandestinos de resistencia que se unieron para hacer frente la ocupación nazi en Francia. Se les conocía como "maquis" por ser un término que hacía referencia a la maquia, un tipo de vegetación mediterránea frondosa, donde se escondían para pasar desapercibidos.
Después de doce partidas al juego base, he querido probar la expansión y hoy vengo a contaros qué me ha parecido. Se trata de una expansión que aporta dos cosas: por un lado nuevas losetas para darle más diversidad a las que ya vienen en el juego base; y por otro lado módulos de expansión, en total cuatro, que podremos añadir por separado o todos a la vez.
Hay momentos en esta afición realmente buenos... como por ejemplo, cuando casi sin esperar nada, te llevas la grata sorpresa de jugar algo realmente maravilloso. En los últimos años hemos visto muchos abstractos y, aunque todos son buenos juegos, ninguno ha dejado poso suficiente como para convertirse en clásico. No digo que este juego lo vaya a conseguir, pero en mi opinión, hay unas cuantas razones que lo han convertido en el mejor juego abstracto de los últimos tiempos.
Hace ya casi un año, me dio la fiebre, como nos da a muchos, de comprar muchas de las novedades que se presentaban en Essen. Este juego fue una de las que más me llamó la atención; pero a diferencia de otros juegos, que ya salieron de mi colección porque me parecieron prescindibles, este se supo ganar un hueco en la estantería... os voy a explicar por qué.
Los juegos abstractos: esa categoría de juegos que despierta, independientemente del título, amor y rechazo a partes iguales. Partiendo de esa base, lo indudable es que, si el juego es bueno, debe reunir (entre otras) dos características fundamentales: que las reglas sean sencillas y que tenga la profundidad suficiente para no verle "las costuras" demasiado rápido.
Llega este juego y de nuevo surgen varios debates: el primero acerca de lo importante y decisivo que puede ser el arte de un juego a la hora de que entre por los ojos y se venda bien. Este juego no despertó mucho interés precisamente por sus ilustraciones. Nadie lo ponía en sus listas de deseos y su aspecto tenía mucho que ver.
La filosofía de los LCG o los CCG competitivos nunca me había gustado (y a decir verdad, sigo siendo un poco reacia a ella). Va a sonar radical, pero así lo veía yo: que el motivo principal para seguir enganchada al juego fuera el tener más cartas para probar mazos y ser más competitivo, para mi se aleja precisamente del espíritu de la competitividad.
En este juego nuestro objetivo es ir colonizando planetas para expandirnos con nuestra raza por la galaxia. Para ello tendremos que terraformar planetas que en un principio no son habitables para nosotros, crear federaciones y a su vez invertir en tecnología para para mejorar las habilidades de nuestra raza de modo que acabemos siendo los amos del universo.
Hoy no hay reseña, pero me apetecía mucho hablar de un par de cosas sobre este juego que se están diluyendo y quedando atrás por culpa de otros asuntos. Hay muchas maneras de tomarte esta afición. Los juegos de mesa me encantan, pero tengo que decir que soy una entusiasta de todo lo que genera jugar a juegos de mesa.
Todo empezó con un título que pasó en un principio algo desapercibido: "Risk Legacy". Más tarde, aprovechando la idea y con el impulso de tener una gran franquicia y editorial detrás el boom fue espectacular con "Pandemic Legacy: Temporada 1". Y ahora, un par de años después, uno de los autores más "explosivos" de los último tiempos se atreve con este juego.
Este juego es otro de esos que al verlo la primera vez no me inspiró demasiada confianza. En las fotos se dejaba entrever un juego duro, quizá demasiado complejo por la cantidad de elementos que había que desplegar en la mesa y con un aspecto naïf-japo que tampoco me entusiasmaba. Fue probarlo y las sensaciones fueron totalmente distintas a lo esperado.
Tengo que decir, que cuando vi este juego, no le tenía mucha fe porque me recordaba demasiado a otro juego que resultó ser un bluff: "Cotage Garden". Pero lo mejor que puedes hacer en esta afición, y básicamente en cualquier faceta de la vida, es quitarte de encima los prejuicios y formarte tu propia opinión sobre las cosas.
Este juego es un wargame de bloques que narra el desembarco de los ingleses en costas tinerfeñas en 1797, para someter a la isla al mandato de la corona británica y hay que decir que el tema está muy bien implementado en el juego. Para empezar, los ingleses aparecen en el lado este del tablero alejados de la costa. Tal y como sucedió, para acercarse a tierra y desembarcar.
Lo sé. Todos tenéis las mismas dudas: ¿será demasiado complejo? ¿Por qué tanta sobrecomplicación? ¿Merecerá la pena esta inversión de tiempo y esfuerzo? Lo sé porque hace unos días yo tenía las mismas dudas, así que os voy a contar cual ha sido mi experiencia con este juego para intentar despejaros algunas incógnitas antes de comprarlo.
Éste es un juego ambientado en la novela del mismo nombre escrita en 1876 por Julio Verne. En el juego el objetivo es llevar una carta a Rusia para avisar al zar de los planes de Iván Ogareff, que no son otros que asesinarle. Para ello, tenemos dispuesto un track por el que iremos avanzando hasta llegar a la casilla final y enfrentarnos allí en una batalla con el malo de la novela.
Éste es uno de esos juegos que casi en el momento de salir al mercado, colocas en la lista de deseos esperando su momento. El momento de comprarlo o incluso probarlo. Y ves los días pasar, luego los meses y sin saber porqué te das cuenta de que finalmente los meses se han convertido en años. Pero a todo cerdo le llega su san Martín.
Uno de los autores de juegos de mesa más importantes dentro de la afición, de eso no hay duda. El haber lanzado tantos títulos durante tantos años manteniendo un nivel tan alto, no deja dudas de que es un referente al que siempre hay que seguir la pista. Y es que su estilo te puede gustar más o menos, pero lo que es innegable es que la mayoría de sus juegos tienen la virtud de contener mecánicas euro perfectamente ajustadas.
Pocas veces me pasa, que me llegue un juego, lo despliegue, juegue una partida e inmediatamente tenga que jugar una segunda y una tercera y además me despierte tantas ganas de hablar de él y compartir mi experiencia. Con este juego me ha pasado, así que no podía dejar pasar ni un día más para enseñároslo. Para el que no lo sepa, es un juego cooperativo.
Existen varias categorías de juegos: tenemos los fillers, los temáticos, los wargames y luego están los euros. Algunos no flaqueamos en el intento de verle el tema a los euros y a veces, hasta lo conseguimos. No será en el caso de este juego. Pero... ¿Es ése un defecto? Depende. En este caso, creo que no. Es un juego muy, muy abstracto.
Llega el verano y nos suelen apetecer juegos ligeros que durante el resto del año, al menos a mi, no me apetece tanto sacar. Tenía ganas de algo sencillo y divertido así que éste juego, después de escuchar algunos buenos comentarios sobre él, se convertía en un posible candidato. Y así fue. Es un juego de los que yo llamo "abrir y jugar".
En cuanto os cuente cómo se juega a este juego, muchos de vosotros sentiréis la necesidad de huir; pero por favor, quedaos hasta el final, no vaya a ser que nos llevemos una sorpresa... Es un juego para dos jugadores. Ambos, vamos a tener una baraja numerada del cero al seis. Se van a jugar una serie de rondas y en cada una de ellas, lo que tenemos que hacer es intentar ganar a nuestro rival.