Un juego que puede funcionar muy bien en viajes de autobús, avión o tren. Se tarda segundos en montar y la dinámica es bastante rápida. No creo que el juego sea malo, pero se queda corto en muchos sentidos. No me voy a deshacer de él, le quiero dar otra oportunidad... quién sabe, estas vacaciones de camino ¿a Punta Cana?
Quizás atraiga por su llamativa y realista ilustración de la caja en la que se ve un escorzo de un bombero de Nueva York corriendo con su hacha, quizás sea por que el ser humano está intrínsecamente ligado con el fuego o porque ¡qué narices! ¡todos de pequeños hemos querido ser bomberos! ¿He dicho ya que la ilustración de la portada es increible? ¡Me tiene enamorado!
Este juego recrea una encarnizada lucha entre varios MegaMonstruos legendarios por controlar la ciudad de Tokyo. Un juego muy sencillo que se tarda en explicar cinco minutos y que responde de manera muy rápida y dinámica. ¡Seguro que no te puedes echar solo una partida! El juego comienza repartiendo los monstruos que van a luchar y sus correspondientes tableros individuales.
El juego está ambientado en Japón, en los días de la Corte Imperial... Las relaciones diplomáticas con China estaban recuperándose y el Emperador chino, como muestra de paz regaló un Panda gigante a su homólogo japonés... Toda esta historieta, está ilustrada en plan cómic en las instrucciones del juego... un detalle más, que hace del turrón de leerse las instrucciones, un trago más apetecible.
Si ya habías jugado a las otras ediciones del juego, las instrucciones no te van a resultar difíciles de comprender. La forma de jugar es parecida a los otros: modo de tirar, apostar por hexágonos para recoger materias primas, cartas de desarrollo, con un siete mueves al forajido para capar y robar carta a un adversario... Aunque hay cosas muy diferentes a los demás, éstas son las cosas que marcan las diferencias.