El hermanito del "Troyes" que tan sólo mirando su portada parece una expansión, pero si se profundiza te das cuenta que es un juego diferente. He jugado unas partidas incluyendo las cartas de la expansión, la verdad es que tengo bastante feedback del juego y pronto caerá una reseña a fondo. De momento os dejo con los componentes.
Desde que salió al mercado el número de expansiones han llovido de lo lindo. Podréis añadir áreas adicionales o para guardar crías, nuevos puntos de ventas, nuevos tipos de animales, ayudantes de trabajos, nuevos zoos,... El buen uso de las acciones monetarias para reestructurar todo su zoo, sobre todo el momento en el que adquiere la nueva mini-extensión para elefantes, es decisivo.
¿Te parece el totem del "Jungle Speed" demasiado duro? ¿Qué aliciente le falta? ¿Te gustan los party-games? ¿Qué juego llevarías a una despedida de soltero o reunión de amigos? Todas estas preguntas tienen una sola respuesta. Conforme iba sacando los componentes de la caja no daba crédito a lo que estaba viendo. Hay que armarse de valor para sacar un juego de estas características.
En todas las partidas jugadas como master siempre llego a la misma conclusión, la figura que representa al jefe de los ladrones funde, tritura, pudre, destruye,... al grupo de aventureros; es vital saber moverse con este personajillo y llegar a donde se esconden. Gracias a él, podremos descartar las molestas fichas de genio y además perderán un candil adicional.
Un juego en tiempo real y semi-cooperativo, una mezcla muy original que todo jugador debe probar. Al comienzo de la partida te aventuras junto a tu grupo en la búsqueda del tesoro pero sabes que sólo uno jugador ganará, de ahí la palabra "semi", aportando el toque competitivo que le falta a los cooperativos.
Para muchos, éste puede llegar a ser un gran juego con el que se le pasarán las horas y las horas; para otros será un buen candidato para desconectar tras una dura partida de varias horas y sacar todo el estrés acumulado; en cambio otros ni siquiera se ven jugando ya que no le atrae nada de nada. Todas estas reacciones son muy respetables, pero a la gran mayoría le ha gustado.
Sabía de antemano que sería un juego con el que disfrutarían más mis amigos o familiares que yo; pero he aprendido a pasármelo bien. Con el tiempo comprendí que su verdadero potencial es la ambientación en la que transcurre, su puesta en escena atrae muchísimo. He llegado a ver a niños exaltados e incluso mayores nerviosos por las tortas que iban a recibir.
Aunque parezca mentira, éste es el primer cooperativo que ha entrado en mi ludoteca. Este nuevo concepto en los juegos me picaba la curiosidad, tenemos que dejar a un lado nuestro lado más competitivo e individualista y mostrar otras habilidades más sociales orientadas al grupo en la que se persigue un objetivo común.
El festival de fichas y losetas que hay que preparar en el setup y al comienzo de cada trimestre de manera aleatoria determina una configuración en la que los jugadores deberán adaptar sus jugadas para obtener el mayor beneficio posible. La única forma en la que tolero el azar en los juegos es para fomentar la rejugabilidad.
Este es el juego que más hype me causó en la feria de Essen: buenas críticas e impresiones, comentarios sobre un rondel con mancala que no paraba de llamarme la atención y lo mejor de todo las diferentes vías para alcanzar la victoria, algo que valoro considerablemente en un juego. El juego se divide en cuatro trimestres. En cada uno de ellos, se juegan cuatro rondas.
Después de enseñar filler, party-games y algún que otro juego sencillo, es la hora de aumentar un gradito más de dificultad y que den el siguiente paso ya que el más importante está dado. Para esta ocasión tengo reservado este juego en su versión básica y así familiarizarlo con la planificación y la gestión de recursos. Además tiene una buena escalabilidad.
Hace muchos años que me hice con este juego porque va dirigido a un público familiar y no muy jugón. La sencillez de las reglas, la corta duración de las partidas y su pequeña dosis de estrategia hacen de este juego un buen filler para todas las mesas. En cuestión de un minuto todo el mundo tiene la idea para empezar a jugar.
Aún recuerdo esa sensación que experimenté la primera vez que jugué a este juego, esa tensión creciente a lo largo de cada ronda, esa granja que daba pena verla, el querer tener de todo y para colmo tener que alimentar a tu familia para no ganar esa maldita mendicidad. Esta explosión de sensaciones se repetía una y otra vez en mi cabeza, al acabar la partida.
Llevaba mucho tiempo deseando probar la mecánica del rondel (selección de acciones) pero no tenía ningún juego que la incorporase, por lo que empecé a preguntar, leer reseñas, pedir consejos,...y la mayoría apuntó al éste como el juego que estaba buscando. Quiero mencionar la gran calidad del tablero y de sus componentes.
¿Un juego de piedras? Pues sí, esa es la magia que tienen los juegos abstractos en el que apenas existe temática o carece de ambientación. Sus componentes (fichas, dados, tablero,...) no representan el comportamiento y característica de seres u objetos reales ni imaginarios. Además uno de sus puntos fuerte para mi gusto es que dependen menos del azar.
Hoy damos la bienvenida a un juego enfocado a sesiones familiares o grupos noveles cuyo miedo a jugar a lo "desconocido" ha sido superado gracias a juegos como el "Dixit". Éste suelo presentarlo acompañado del "Ubongo" ya que los dos tienen como base la habilidad de visión espacial y es otra forma de aprender jugando.
Este es uno de los juegos que no puede faltar en las sesiones familiares, gracias a su dinámica y temática han descubierto que existe algo más que el "Monopoly" o el "Trivial". Se prepara una partida con la expansión que, además de incorporar nuevos billetes y variantes de juegos, incluye los almacenes y cocheras. Esta expansión le aporta más jugabilidad gracias a los nuevos billetes de destino y le da un punto más estratégico gracias a las cocheras y los almacenes.
En la mayoría de los juegos de mesa los efectos de tus decisiones y acciones repercuten en el resto de los jugadores. Simplificando esto, voy a describir dos formas de jugar: los que van a su rollo y juegan sin pensar en las consecuencias de sus acciones; y por otro lado, los que son empáticos con todos los jugadores de la mesa y maquinan cómo sus decisiones afectan a los demás.
Este juego sale muy poquito a mesa porque siempre lo jugamos a partir de seis jugadores y el espacio que ocupa transportarlo equivale a cinco o seis fillers. Por estos motivos jugamos a la versión principiantes. A pesar de ello, todo el que lo prueba le gusta y siempre se quedan con ganas de más. Antes de empezar repasamos las tres o cuatros reglas básicas que no se pueden olvidar.
Cambiamos el método básico (carta de acción al azar a cada jugador) para decidir el jugador inicial por el experimentado. Este consiste en que cada uno recibe cinco cartas de acción (más el senador). Cada jugador escoge una de ellas y la coloca en el centro de la mesa boca abajo. Luego se muestran todas y la carta cuyo nombre vaya antes alfabéticamente será el jugador inicial.
Esta nueva expansión me llama bastante la atención porque han añadido dos nuevas modalidades de juego y amplía el numero de jugadores de seis a doce (se agradece bastante), sin embargo, no voy a hablar de ella sino que me centraré en las tablillas de voto. Mi primera partida fue un comienzo a lo grande porque éramos doce personas.
El gremio "Strategists Guild" se combina a la perfección con una estrategia militar, cuya puntuación final oscila entre seis y doce puntos. El gremio "Philosophers Guild" también beneficia la estrategia militar, porque tus vecinos al dar la batalla por perdida procuran potenciar otras estructuras, entre ellas las científicas (cartas verdes).