Tendremos un tablero principal que será donde se desarrollen las conquistas. Divididas por regiones, en la preparación inicial habrá antiguas civilizaciones, en otras puede haber montañas. Éste es uno de los dos tableros posibles, dependerá del número de jugadores. Son diez rondas. El dinero es importante, pues serán los puntos al final de la partida.
Si se infecta el estómago, el cerebro, el corazón o los huesos, tu cuerpo se quedará sin fuerzas. Si cuando acabe tu turno tienes sobre la mesa el cuerpo sin virus, ¡lo habrás conseguido! ¡Habrás ganado la partida! Nunca un virus hizo que tu vida mejorara tanto como éste... ¿Hay virus que sirvan para cualquier órgano? ¿Hay medicina que sea general?
Decía el filósofo que en el término medio está la virtud. Cualquier jugón te diría que si te quedas en el medio, rara vez ganas. Pero en en este juego, hay que conseguir un cierto término medio, un equilibrio; balancearte con éxito entre la energía y la ecología, sin perder de vista ni el capital, ni la contaminación, ni la prosperidad.
Imaginemos un día de lluvia, quizás hasta un poco resfriados... ¿Cómo podemos aprovechar ese día? ¿Salvando a la humanidad? Este juego es más que un juego, es una aventura; en solitario o en compañía con un mismo objetivo. Cuatro enfermedades mortales, altamente infecciosas, se extienden con cuatro o seis epidemias repartidas al azar en un mazo común.