Cada jugador, en su turno, puede colocar tantos bloques como quiera, siempre que esté en contacto con otros bloques, en una misma línea y coincidiendo en color o en forma (sin repetir) con los adyacentes. Cada bloque colocado y sus adyacentes darán puntos. Si al colocar se completa la serie de seis colores o seis formas diferentes, se hace "Qwirkle".
Es un juego abstracto de colocación de losetas con unas reglas muy sencillas. Tenemos cinco losetas ocultas en la mano y cada turno tendremos que colocar una en la zona de juego formando filas y columnas junto a las losetas ya colocadas. Hay ocho tipos distintos de loseta que representan a otros tantos personajes, cada uno con un valor numérico y unas habilidades especiales.
Han robado cinco reliquias de cinco famosos lugares de Londres y, como detectives, competimos por reunir testigos y pruebas que nos ayuden a resolver los casos. Por turnos, usaremos cartas de testigo para reclamar cartas de prueba (descartando el número y tipo de cartas indicado en la carta) o destruirlas (descartando dos cartas idénticas y reclamando la carta superior).
Lo primero que llama la atención es el gran tamaño de la caja. Es bastante más grande que la de la edición normal. El aspecto con el fondo negro es bastante más serio y tiene una nueva ilustración de portada, aunque es parecida a la de siempre. Pero es al abrir esta cajota cuando empieza el festival visual.
Ya en su día fue merecedor de buenas palabras, muy probablemente la llegada tardía a nuestras tierras de este juego es debido a la gran cantidad de texto necesario de ser traducido y porque es un juego bastante peculiar, el que hace unos años probablemente no hubiese salido rentable ya que la afición no estaba tan extendida.
Nos pondremos al mando de una de las catorce facciones que habitan este particular mundo. Desarrollaremos su religión enviando a nuestros sacerdotes a los diferentes cultos y construyendo templos que nos concedan el favor de los dioses. Nos expandiremos terraformando el terreno para adecuarlo a las necesidades de nuestra raza.
Por muy divertidísimo que sea conquistar territorios, derrotar enemigos, ganar pujas, superar tiradas y gestionar recursos, a veces se agradece un descanso, algo nuevo, un soplo de aire fresco. Esto es exactamente lo que tendremos en este juego. Un planteamiento súper original.
Somos gubs compitiendo contra nuestros adversarios y los avatares del destino por formar la colonia más poderosa. Cada jugador, en su turno, puede robar una carta y jugar cuantas cartas tenga en su mano en su área personal o contra otros jugadores, según el tipo de carta. Existen varios tipos: gubs, escudos, trampas, amenazas, interrupciones y eventos.
Sin llegar a cotas de dificultad elevadas, sí que es verdad que al principio se nota que cuesta un poco pillar y memorizar todos los conceptos. Ayudará bastante una segunda lectura de las reglas tras una o dos partidas de iniciación. Puede haber cosas que resulten algo confusas al principio y será bueno tener el reglamento a mano para echar algún vistazo.
Os voy a enseñar a jugar a este juego. En este juego, entre todos los jugadores, iremos narrando una historia. Existen dos tipos de cartas: las cartas de objetos o personajes; o de finales de la historia. Imaginemos, por ejemplo, que un jugador tiene una carta de un caballero; empezaría relatando: "Un caballero va por un camino y se encuentra una bruja".
Seremos dos nobles a los que el rey ha encargado supervisar la construcción de un castillo. El que consiga construir los mejores patios, será nombrado gobernador del castillo. En nuestro turno debemos jugar al menos una carta, que nos permite construir ciertas piezas y robar otra (o más si la carta que jugamos lo permite).
Tenemos dos bandos, el rojo y el azul y el objetivo es encontrar la bandera del rival. Cada jugador coloca sus fichas mirando hacia sí mismo, de forma que el rival no pueda verlas. Las pondrá según el criterio y la estrategia que quiera seguir, que en nuestro caso era proteger la bandera a tope y lo demás un poco al boleo.
Buenas damasquinos, ¿qué hay, cómo estáis? Sí, ya habéis intuido una vez más (sois muy listos) que vamos a tratar un tutorial o un juego de mesa ¿vale? Y en esta ocasión va a ser con la compañía de nuestro amigo el oso. ¿Conocéis ese juego? Yo, la verdad es que la primera vez que escuché hablar de él me dio muchísimo coraje.
Los jugadores guiarán a un grupo de aventureros por los oscuros recovecos de la típica mazmorra. ¿El objetivo? Intentar salir con vida y con más monedas de oro que los otros jugadores. La mazmorra se divide en cinco niveles con cinco encuentros cada uno que los jugadores deberán superar, hasta llegar al último encuentro del último nivel.
La calidad de los componentes es bastante buena. Encontraremos edificios especiales, monumentos, líderes, losetas y cubos de madera con un buen acabado y el mismo tablero se nota que es de calidad. En cuanto al aspecto estético ya habrá diversidad de opiniones, puesto que no muestra un gran despliegue visual.
Su mecánica de juego está basada en el draft, esto quiere decir que los jugadores eligen una carta de un mazo para después hacer correr el mazo a otro jugador que repetirá la acción, hay algunos juegos que ya incorporan esta mecánica pero muy pocos deben ser las que lo utilizan como su principal.
Este corto juego de mesa consiste en, tras un número de rondas determinado que depende del número de jugadores, poseer más puntos de victoria que nuestros oponentes. Dichos puntos los conseguiremos dominando partes del mapa y mediante la colección de diversos recursos que vendrán indicados en las cartas que usaremos durante el juego.
Su mecánica es simple y aunque incluye varias variantes del juego a las que llama minijuegos, el objetivo no será otro que ser el más rápido en descubrir cuál de los símbolos que aparecen en las cartas, es el que se repite. Estos minijuegos aportan algo de variedad, que se agradecerá de cara a la rejugabilidad.
Dos exploradores compiten por ser los que más lugares descubran en diferentes zonas del mundo. Cada turno, jugaremos (en orden creciente del dos al diez, incluyendo multiplicadores que deben jugarse primero) o descartaremos una carta de un determinado color y robaremos otra. Cuando se agote el mazo de robo se acaba la ronda.
Consigue el equipo necesario para huir, negocia con otros oficiales y planea tu escapada, o representa al bando alemán y frustra los planes de fuga de los enemigos del Reich.
En el juego somos exploradores que competimos por llegar los primeros a la costa estadounidense del Pacífico siguiendo una ruta prefijada entre ríos y montañas. Para conseguirlo nos ayudaremos de personajes con habilidades particulares, indios nativos y pertrechos varios que iremos recopilando por el camino (es decir: cartas, trabajadores y materiales).
Somos dos especieros en un barco, compitiendo por tener nuestros condimentos a salvo de las ratas y más ordenados que nuestro rival. En nuestro turno podremos colocar dos losetas en contacto con otra que ya esté sobre la mesa o incluso encima. Si conseguimos juntar dos o más especias iguales de nuestro color, conseguiremos puntos.
Buenas, chicos ¿cómo estáis? Hace ya tiempo que no hacemos un tutorial de un juego de mesa, así que aquí vamos con un totorial de un juego de mesa. En esta ocasión nos van a acompañar el señor elefante, el señor oso y Curro (no sé si lo conocéis)... y el juego es éste, ¿os suena? Bueno, pues vamos a abrirlo.
Las cartas estarán divididas en tres religiones: cristiana, judía y musulmana, y a su vez, en distintos sectores de influencia, que podríamos decir que son como oficios. Estos sectores de influencia son ciencia, comercio, cultura y religión. Además hay que sumarles un sector comodín, que es el de la nobleza, que podremos usar en el sector del tipo que elijamos.