Un juego de investigación para uno a ocho jugadores en el que colaboraremos o competiremos con los demás jugadores para resolver una serie de misterios, utilizando el menor número de pistas posible. Es muy sencillo aprender a jugar, pero no es un juego al que se pueda ir a lo loco, ya que está muy orientado a decidir entre caminos a seguir.
El tema no deja de ser un pretexto bien implementado a su original mecánica de juego donde los personajes van muriendo a medida que avanza la partida, pero para nada estamos hablando de un juego temático o de investigación, es mucho más un puzle a resolver. En está ocasión estamos frente a un cooperativo pero con posibilidad de semi-cooperativo.
Tendremos como objetivo convertirnos en los exploradores de mayor prestigio, teniendo en cuenta la cantidad y calidad de las expediciones que decidamos ir montando por las diversas localizaciones. Estas localizaciones son cinco: Himalaya, selva de Brasil, desierto, cráter del volcán y fondo del mar.
En la ciudad de San Juan, en la época de colonizadores, desempeñaremos diversos cargos, compitiendo por conseguir más riquezas que nuestros rivales. Una partida se divide en varias rondas; en ellas cada jugador elegirá un rol (constructor, burgomaestre, prospector, comerciante o productor), que determina la acción que pueden hacer todos durante ese turno y un privilegio para el que la eligió.
Cada jugador tiene cinco cartas de acción y veinte marcadores de influencia de su color, que irá colocando a lo largo de los territorios. En su turno, cada uno de los jugadores coge al azar una pieza de territorio y la coloca adyacente a una que ya esté en juego. El objetivo es formar y controlar zonas lo más grandes posible de losetas del mismo color.
Éste es un divertidísimo juego de cartas para dos jugadores en el que tendremos que conseguir más puntos de victoria que el rival. Para ello contaremos con una serie de cartas de persona y de edificaciones que desplegaremos para usar sus habilidades. Hasta aquí todo normal, pero es en su original sistema de juego en lo que radica gran parte de su encanto.
Éste es un juego de tablero y cartas, de tres a cuatro jugadores a partir de diecisiete años y está inspirado en la serie de televisión del mismo nombre. Su variado sistema de juego refleja muy muy bien el espíritu de la serie, ya que cada uno de los jugadores es Dominus de su casa en Capua y tendrá que conseguir lograr más importancia que los demás.
El objetivo global es adquirir y conservar el mayor número de muestras de la fauna y la flora. El tiempo mientras lo estás jugando se pasa volado porque captura tu atención tanto a un nivel abstracto (razonamiento estratégico) como a un nivel narrativo (imaginación de la historia). Además siempre tiene un arco de desarrollo perfecto, cada vez más emocionante.
La distribución de las mazmorras, así como el objetivo de cada una de las catorce misiones incluidas, vienen reflejados en el libro de retos. Por supuesto, estos niveles se pueden jugar por separado, pero lo verdaderamente guapo es hacerlos en orden para ir enterándote de la historia.
Éste es un rápido juego para dos jugadores, con posibilidad a cuatro si jugamos por parejas, en el que nuestro objetivo será preparar las mejores tortillas y servírselas a nuestros comensales. Para ello contamos con un porrón de cartas con los diferentes ingredientes de este exquisito manjar: huevos, patatas, cebollas,...
La partida dura cuatro turnos y debemos visitar la mayor cantidad posible de poblados para ganar. Nos moveremos de pueblo en pueblo por los caminos, utilizando diferentes medios de transporte (carromatos, balsas, dragones voladores, unicornios, etc.). El tipo de terreno que atravesemos determinará qué tipo de transporte podremos emplear y su consiguiente coste, que pagaremos con cartas.
La mecánica es muy sencilla. Una vez barajado el mazo, se entregan seis cartas a cada jugador, que tendrá que mantenerlas en secreto. En cada ronda, uno de los jugadores será el encargado de colocar una de sus cartas, diciendo la frase que elija para ella. Aquí es donde está la chicha del juego.
La isla se halla dividida mediante caminos en regiones de diferentes terrenos, donde pastan libres las ovejas al inicio de la partida. Los jugadores comienzan con un dinero inicial prefijado y en su turno disponen de tres acciones, con las que moverán su pastor por los caminos de la isla, cercando tras de sí las distintas regiones mediante fichas de valla; o desplazarán una oveja entre las regiones adyacentes a su pastor; o podrán comprar "participaciones" de los terrenos adyacentes también al pastor.
En cada turno los jugadores elegirán secretamente y por orden uno de los roles disponibles y posteriormente, en una secuencia preestablecida, podrán utilizar las habilidades del personaje que hayan seleccionado, algunas gratuitamente y otras mediando el pago de unas gemas que hacen las veces de dinero. Por supuesto, el objetivo de todos los personajes es ayudarnos a avanzar en el camino que lleva hasta el templo.
Es un juego de agudeza visual y habilidad, tipo Tetris pero en tres dimensiones: encajar piezas de madera en el espacio disponible de un camión que elegimos tras un rápido vistazo. Si lo hacemos bien ganaremos dinero, y si no lo perderemos. Cada turno todos los jugadores tiran cinco dados especiales que les indican las mercancías a cargar (prismas en varios tamaños).
Cada jugador representa a una familia con multitud de miembros repartidos por el continente (cubitos), y nuestro objetivo es intentar salvar de la plaga a tantos familiares como podamos, porque ganará la partida el jugador que al final tenga la mayor cantidad de cubitos supervivientes. En su turno cada jugador debe poner cubitos en una región, extender la plaga y mover un peón que desencadena la epidemia.
Disputaremos la final del Campeonato Infantil, que enfrenta al Muppet contra en Newteam. Es un juego para dos jugadores, en el que cada uno de ellos, por turnos, usará una serie de puntos de movimiento para mover a los jugadores de su equipo, que intentará distribuir para crear jugadas que acaben en gol.
Tenemos unas reglas que se explican en cinco minutos y su complejidad lo hacen apto para absolutamente todos los públicos. Básicamente el juego está compuesto por una serie de cartas de objetivos, estas cartas tienen varios iconos, iconos que están representados por tokens, que se introducen en una bolsa, que se repiten más que otros, por lo que la posibilidad de extraerlos de la bolsa es mayor.
El juego resulta atractivo por su llamativa mecánica de juego y su sencillez, que no debe hacernos creer que nos enfrentamos a una tarea fácil. Como juego cooperativo que es, deberemos coordinar bien nuestros esfuerzos y habilidades con las de los demás jugadores para hacernos con la victoria.
Éste es un juego de tablero y cartas para dos a cuatro jugadores en el que nos tocará representar uno de los oportunistas, que aprovechan la ausencia del patricio para intentar quitarle el puesto. Para cumplir con estos objetivos, tendremos una mano de cartas que iremos reponiendo.
Se convierte en un magnifico juego para toda la familia. De pequeño recuerdos largas horas jugando con mi hermano a buscar parejas en una cuadricula de veinte por veinte, creerme que por esa epoca hubiese matado por tener este juego en mis manos, porque me lo habría pasado genial. Una de las virtudes de este juego son sus modos de juego.
El tablero está dividido en provincias y debemos dominarlas situando en ellas más seguidores nuestros que los demás. Pero en realidad solo nos interesarán tres provincias, las que resulten más influyentes, que son las que nos otorgarán fichas de puntuación al final del turno. Claro, el nivel de influencia de cada provincia irá variando durante la partida.
Un sencillo juego de cartas con mecánicas de subasta y construcción de edificios. En él encarnamos a un lanista de la antigua Roma que competirá con sus rivales para ver cuáles de sus gladiadores alcanzan la gloria en la arena. El objetivo principal del juego es llegar a un número determinado de puntos de gloria antes que nuestros rivales, gloria que ganaremos al resultar vencedores nuestros gladiadores.
Para mí es el típico juego que, una vez palpados los componentes, piensas "debe valer X", y después te sorprendes gratamente al comprobar que vale unos cuantos euros menos. Volviendo a los componentes: un tablero rectangular; moneditas de cartón, cinco dados de colores, los carismáticos camellos,... Aunque el componente estrella del juego no es otro que el de la pirámide.