Nunca hubiera dicho que tener fichas de distinta tonalidad para un mismo jugador pudiera ser una ventaja. Lo cierto es que cuando abrí la caja desde el total desconocimiento pensé: ¿Porque todos los edificios tenían un color, pero los caballeros tienen otro? Por suerte el tiempo aunque no hayan pasado lustros, trae la sabiduría...
En una nublada tarde de otoño cinco viejos amigos se reúnen en el reservado de uno de los clubes más privados y antiguos de las ciudad. Todos habían acudido allí desde los más recónditos lugares del globo para encontrase en esa fecha preciosa, el 2 de octubre de 1900. Estamos de suerte con este juego porque prácticamente viene ya listo para jugar nada más abres la caja.
Si algo tiene de malo este juego es que nos llega en una caja que no guarda similitud de medidas con ninguna otra de las que tengo... así que no tengo ni idea de cómo lo guardaré en mi ludoteca. El cartón aparenta bueno y el arte sobrio encaja perfectamente con la edición ¡Es precioso! Al abrir la caja descubrimos un cuidado inserto en el que la única pega... será si queremos enfundar las cartas...
Sólo había un problema: el precio se me antojaba excesivo para un juego que me generaba muchísimas dudas. Siempre digo que tiempo al tiempo y... en esta ocasión volví a tener razón: una muy buena oferta hizo que terminase cayendo y no me arrepiento. Buenos materiales, mejor juego y muchas horas de diversión por delante.
No es un mal juego, pero siento repetir que el problema que tiene reside en su libro de instrucciones. Si mal no recuerdo, cuando publiqué los vídeos sobre él, desde la editorial me comentaron que estaban trabajando para mejorar el manual. Pero ignoro si habrá cambiado algo o no desde entonces.
Sumérgete en la Segunda Guerra Mundial y pelea por el control de los océanos recreando grandes batallas navales. Toma el control de un barco militar de la época: submarino, destructor o portaaviones; todos distintos entre sí, y gestiona a los tripulantes de tu navío para ser el capitán más eficaz y así derrotar los barcos enemigos.
A un pernicioso robot armado hay que destruirlo. Pero antes de luchar con él, tienes que sobrevolar peligrosos blancos enemigos, salvar obstáculos y librar feroces combates con otros aviones ¿Volverás victorioso? La versión hogareña del juego de las máquinas recreativas. Cada equipo parte de su base con dos aviones y por medio de tiradas de dados y ruletas tendrán que ir destruyendo pañoles, torretas, bidones e ir atravesando los muros que separan las distintas "fases" del juego.
Todos los componentes llegan en una caja quizás demasiado grande para mi gusto, teniendo en cuenta las pocas cosas que contiene. Eso sí, al menos lleva un inserto. Estamos ante un juego de los que han envejecido regular. Al ver el arte y los componentes uno se espera una pasada de juego. No diré que sea malo, pero tampoco es bueno.
Ni siquiera le han dado un lavado de cara al juego básico con sus misiones y demás (es lo mínimo que deberían haber hecho). Y encima le añadimos lo de que llevando el nombre de Juego de Tronos te esperas que hayan creado alguna variante que te haga sentir un mínimo dentro de ese mundillo. Porque vamos... si simplemente por llevar figuritas les sirve para ambientarse... mal vamos.
Las cartas de objetivo al final son las que le dan más variabilidad a las partidas. Tiene más versiones de juego, pero a mí sólo me gusta jugar a la de cumplir tu misión. Cada dado se asocia a una tropa, por lo que si defiendes con una tropa, lanzas un dados. Pero si defiendes con dos, lanzas dos dados.
¿Qué tiene de novedoso este juego? Por un lado te permiten atacar de puerto a puerto, con lo que los terrenos ya no están tan firmemente seguros. Por otro, si al lograr una conquista y robar la carta pertinente resulta que es la de "Valar Morghulis" el juego termina. Se contean los puntos de los jugadores supervivientes y el que más tenga es el ganador.
Una vez has repartido tus tropas en el tablero el jugador con el turno tiene que reforzarse y elegir si va a atacar a otros jugadores (una o varias veces). Si conquista un territorio durante su turno consigue una carta (máximo de una por turno) que posteriormente le servirá para haciendo combinaciones rearmarse en la fase de refuerzo pertinente.
Personalmente pienso que esta variante tiene de Juego de Tronos, lo que yo de rey. No es mal juego, pero diría que es caro. Aun así, ¿cómo se juega? Cada jugador coge su caja de miniaturas y se reparten las cartas de territorio entre todos. Sigue la idea clásica de repartir los territorios sin importar qué casa llevas ni nada.
Chavalería, os traigo el primer gameplay de un juego de mesa del canal, de la editorial Devir. ¡Like si os gustó Encabronazi!
Los que conozcáis el juego en su versión normal no os vais a sorprender con lo que trae esta variante porque sencillamente es muy parecida. La caja tiene un arte bastante sobrio que me encanta y el cartón se me antoja de la misma calidad que en otras versiones del juego (y perdonad si no hago más que repetir esa palabra).
Tras elegir escenario, gremio y personajes, cada equipo se coloca en su zona inicial. Tendremos que ir abriendo y cerrando puertas, desplazarnos por el tablero matando a los enemigos de Arcadia e incluso por qué no... también a los miembros de otros gremios. Después de todo, eso también puntua. Eso sí, cuidado porque los secuaces del mal se pueden enfadar e ir a por ti.
Un juego de ir cumpliendo misiones que mejora cuando se juega en el modo campaña, más que nada porque entre escenario y escenario, se te permite hacer compras con el dinero que hayas podido ir ganando en la/s mision/es anterior/es. Aunque dentro de la propia partida hay misiones que si completas te darán determinadas cosas también.
Como juego, a mí no me llamaba especialmente la atención porque tenía la sensación de que tampoco es que aportase nada nuevo. Juegos cogidos desde el punto de vista de la coña ya los hay (véase "Krosmaster Arena" y "Krosmaster Quest"). Juegos de temática similar también los hay. Juegos con minis curradas...
Los componentes de este juego hablan por sí solos. Vamos, si alguna vez habéis tenido en las manos un Lego... pues es exactamente eso. ¿El juego? Debo admitir que me había hypeado un poco. ¿Y esto a qué viene? Pues a que lo jugué a dos personas y resulta aburridete (a mi edad). Aun así os lo sigo aconsejando porque a cuatro personas es bestial.
El poderoso Minotauro, una criatura mítica, protege el templo secreto ubicado en lo más profundo del laberinto. Sé el primero en llevar a tus héroes hasta el templo eludiendo al Minotauro y colocando muros con astucia para obstaculizar a tus oponentes. Aquí estamos, listos para hacer nuestra entrada triunfal en ese misterioso laberinto. Pero... ¿cómo lograremos salir victoriosos?
Con la ayuda de los piratas más peligrosos del mundo, Roth se dispone a mandar al conde vampiro Noctilus a una tumba acuática. Pero el conde cuenta con sus propios aliados, cada uno de ellos a la cabeza de un gigantesco barco de guerra. Así comienza nuestro viaje... si os atrevéis a embarcaros en este juego de mesa.
Un juego que al abrirlo vemos que necesita de un montaje serio... no puede conformarse con una simple y superficial visual. Es por eso que tras montar todo lo que traía la caja e inventarme un sistema da cajones para guardarlo, he decidido haceros un nuevo vídeo para que veáis cómo ha quedado el resultado.
Admito que me dio algo de reparo comprármelo porque vi bastantes reseñas y comentarios realmente malos sobre el mismo y... bueno, no son tres pelas las que uno se iba a dejar en él. Pero como soy cabezota y algo me decía que el juego era justo lo que pensaba que era... lo pillé... ¡Viva la cabezonería!
Visualmente es una obra de arte (más aun si lo pintáis). Los materiales en cuanto a cartas y tapete, aparentan de calidad... aun así como es una delicia de juego he decidido enfundar las cartas para evitar futuros problemas. Los barcos siguen la misma línea de detalle y calidad, que viene a ser bastante buena.