¿Un juego de piedras? Pues sí, esa es la magia que tienen los juegos abstractos en el que apenas existe temática o carece de ambientación. Sus componentes (fichas, dados, tablero,...) no representan el comportamiento y característica de seres u objetos reales ni imaginarios. Además uno de sus puntos fuerte para mi gusto es que dependen menos del azar.
Hoy damos la bienvenida a un juego enfocado a sesiones familiares o grupos noveles cuyo miedo a jugar a lo "desconocido" ha sido superado gracias a juegos como el "Dixit". Éste suelo presentarlo acompañado del "Ubongo" ya que los dos tienen como base la habilidad de visión espacial y es otra forma de aprender jugando.
Este es uno de los juegos que no puede faltar en las sesiones familiares, gracias a su dinámica y temática han descubierto que existe algo más que el "Monopoly" o el "Trivial". Se prepara una partida con la expansión que, además de incorporar nuevos billetes y variantes de juegos, incluye los almacenes y cocheras. Esta expansión le aporta más jugabilidad gracias a los nuevos billetes de destino y le da un punto más estratégico gracias a las cocheras y los almacenes.
En la mayoría de los juegos de mesa los efectos de tus decisiones y acciones repercuten en el resto de los jugadores. Simplificando esto, voy a describir dos formas de jugar: los que van a su rollo y juegan sin pensar en las consecuencias de sus acciones; y por otro lado, los que son empáticos con todos los jugadores de la mesa y maquinan cómo sus decisiones afectan a los demás.
Este juego sale muy poquito a mesa porque siempre lo jugamos a partir de seis jugadores y el espacio que ocupa transportarlo equivale a cinco o seis fillers. Por estos motivos jugamos a la versión principiantes. A pesar de ello, todo el que lo prueba le gusta y siempre se quedan con ganas de más. Antes de empezar repasamos las tres o cuatros reglas básicas que no se pueden olvidar.
Cambiamos el método básico (carta de acción al azar a cada jugador) para decidir el jugador inicial por el experimentado. Este consiste en que cada uno recibe cinco cartas de acción (más el senador). Cada jugador escoge una de ellas y la coloca en el centro de la mesa boca abajo. Luego se muestran todas y la carta cuyo nombre vaya antes alfabéticamente será el jugador inicial.
El gremio "Strategists Guild" se combina a la perfección con una estrategia militar, cuya puntuación final oscila entre seis y doce puntos. El gremio "Philosophers Guild" también beneficia la estrategia militar, porque tus vecinos al dar la batalla por perdida procuran potenciar otras estructuras, entre ellas las científicas (cartas verdes).
Cada uno del os paises que forman tu grupo de naciones tiene una población predeterminada y un recurso asociado o no, depende de la nación. La idea del juego es que un virus zombi está asolando la Tierra y las naciones deben defenderse de las hordas tambaleantes. Para ello tendremos una cantidad de puntos de libertad que podremos gastarlos para muchas cosas.