La explicación del juego no dura más de cinco minutos y el despliegue en la mesa es mínimo, convirtiéndolo en un excelente juego de viaje todoterreno. El objetivo principal del juego es ir coleccionando sets, y como en la mayoría de juegos de este estilo el ganador será aquel jugador que al final de la partida haya conseguido más aciertos.
La caja del juego tiene un tamaño que me parece inusual para esta editorial. Es cuadrada, y mediana. Y una vez más, como Queen Games nos suele acostumbrar, trae aire, muchiiiisimo aire. Duele especialmente porque este juego cabría en una caja bastante pequeña. El inserto será todo lo gracioso que uno quiera, pero lo dicho, que tiene aire como pa llenar tres colchonetas de playa.
Con unas mecánicas sencillas, una duración ajustada y unos componentes muy bien acabados, tenemos todos los ingredientes para conseguir un juego bueno y entretenido para toda la familia. En este juego deberemos de cumplir una serie de objetivos; el primer jugador que consiga un cierto número de éstos los proclamara y se jugará una última ronda.
Hemos querido analizarlo un poco, leer las instrucciones e investigar comentarios y opiniones de gente que ya lo haya probado. Por ello, el objetivo de esta entrada es desmenuzar y dar a conocer, aunque sea desde la ignorancia, este juego que, curiosamente, no lleva dados. Estamos ante un juego de mayorías, en el que disponemos de cartas y edifcios.
Se trata de que cada uno, en su barrio, vaya colocando habitantes en los distintos edificios por medio de cartas, y así poder ir cogiendo lo que da cada edificio, y siempre sin perder de vista la plaga de ratas, que a este hombre lo de meter condiciones de agobio le pone palote. Las cartas que juegas se eligen al azar de tres en tres, y con esas tres se hace un draft.
Un juego de colocación de trabajadores ambientando en Oceanía, en el que podemos (¡y debemos!) bloquear las acciones del resto de jugadores. ¿Os suena esta mecánica y ambientación? Sin embargo, este juego pese a llevar más de dos años publicado, no ha tenido mucho eco y no será porque no es un juegazo.
Volvemos a la carga de nuevo para seguir explicando qué esconde este juego que tanto furor esta causando en la red lúdica. A mí me tiene atrapado ya que ha visto bastante mesa en las últimas semanas. Al comienzo de la ronda, cada jugador tira sus tres dados y por orden de turno colocará uno de ellos en cualquiera de las acciones disponibles teniendo en cuenta que siempre debes colocar un valor inferior al valor más bajo que ya se encuentre en esa loseta.
Esta expansión esta dividida en cinco pequeños módulos que pueden ser añadidos al juego base de manera independiente o combinanda, a gusto del consumidor. Esto hace que el juego sea escalable y rejugable con el fin de mejorar la experiencia de juego. Este formato de expansión me recuerda al "Fresco" donde puedes ir añadiendo módulos para aumentar la profundidad del juego.
El juego consiste en lo siguiente: ocho razas, cada una con su habilidad especial, pujan hasta la exticion por la supremacía galáctica. Cada raza tiene un total de diez cartas, con su correspondiente numeración. Además todas la cartas son las mismas para todas las razas, siendo las seis primeras de habilidad y las cuatro últimas, naves de combate con las que poder atacar a otras cartas y/o bases esteleares de otros jugadores.
Éste es un señor juegazo, que hemos podido disfrutar (siempre en partidas de dos jugadores) gracias a un amigazo que se lo ha comprado y nos lo ha prestado, para estas primeras impresiones (y eso que el juego estuvo en nuestro salón antes que en sus manos... Siempre podremos no devolvérselo...
Cada jugador representa a un gran mago que compite por ser el mejor de todos los tiempos, competición que dura tres años con sus correspondientes estaciones. A primera vista lo que llama la atención del juego es su estética, que para mi gusto es inmejorable. Es más, no me da vergüenza decir que me compré el juego tan sólo porque es bonito como él solo.
Os mostraré tanto los componentes como el diseño, muy bonito aunque no os lo creáis. Luego haré una reseña fotográfica para que tengáis una visión del juego lo más completa posible pero sin entrar en los detalles y terminaré esta primera parte con una pequeña conclusión. El juego comprende seis rondas, cada una de ellas consiste en tres fases: A, B y C.
Nuestro objetivo es hacernos con el control del Gremio Celeste, para ello deberemos comprar influencia y de esta manera alcanzar el puesto más alto. Una vez que alguien consigue los cincuenta puntos de influencia se juega una última ronda para dar oportunidad a todos los jugadores de intentar llegar a la cima del Gremio. Si esto ocurre el vencedor será el comerciante con mayor botín.
Detrás de una reglas sencillas (sí, lo son), se encuentra un juego de una gran profundidad que, sin duda, hace que se necesiten varias partidas para dominarlo. En un principio te puede abrumar y no porque tengas doce acciones entre las que elegir, sino porque todas y cada una de ellas están estrechamente ligadas entre sí. Todo lo que hagas tiene su repercusión, por lo que tienes que hilar muy fino.
Representamos a gobernadores de las provincias fronterizas de un reino de éstos de fantasía. Mediante las tiradas de dados influenciaremos en personajes relevantes de la corte para así obtener recursos, puntos de victoria y soldados para nuestro ejército. Utilizaremos los recursos para construir edificios que nos aportarán habilidades especiales, puntos de victoria y aumentarán las defensas de nuestra provincia.
Hace poco más de un añito conocí este juego leyendo por la blogosfera lúdica. Es un gran descubrimiento para mi ludoteca y quiero compartilo como otras personas lo han hecho conmigo. Unas reglas muy sencillas y la opción de jugar simultáneamente un gran número de jugadores a la vez esconden uno de los juegos más duros que he jugado... no aguantaría más de tres seguidas.
Este juego es muy familiar, las reglas son extremadamente sencillas, la explicación propiamente dicha no nos llevará más de cinco minutos. Aunque hay que tener en cuenta las múltiples variables que otorgan al juego de una rejugabilidad endiablada y que también deberemos mencionar a todos los jugadores, estas variables de las que hablo son las razas y poderes especiales.
Un juego familiar con mucha interacción, tortas, diversión y buenas dosis de azar. Esto último se debe a que dependemos del resultado de los dados para actuar y muchos arriesgarán mientras otros se conformarán con los resultados; esto es un arma de doble filo porque o lo pierdes todo o te sale una buena jugada.
Se supone que somos príncipes intentando montar nuestro principado hace como unos cuantos años atrás. Para ello crearemos una serie de granjas y almacenes de comida, minas de oro y sus almacenes, acapararemos poder en la iglesia, crearemos una zona artística de pintura, escultura y literatura, y sobre todo blindaremos nuestras murallas.
El juego se compone de un tablero común y de un grupo de losetas hexagonales para los diferentes ejércitos, un total de cuatro, y éste es uno de los puntos fuertes del juego: cada ejercito es totalmente distinto. Así que para ganar la partida uno deberá de adaptar su estilo de juego al propio ejército como contra el que está jugando.
Amigos, si no has nacido para hacer el mal, ni lo intentes. ¡Maldito dinero! ¡Maldita avaricia! ¡Maldito Cash! ¡Maldita conciencia que me refríe entre las rejas de este habitáculo al que me ha llevado mi ambición! Tenía una familia. Tenía una reputación. Tenía unos valores... Ahora no tengo ni dignidad, y si pierdes la dignidad, no te queda nada...
En el reino, las hormigas han decidido parar sus innumerables combates y decidir la suerte de las distintas familias a una batalla final; nosotros, como jugadores, tomamos el papel de un hormiguero que lucha contra otros (hasta cuatro por partida), por hacerse con el control de un jardín, con hongos, agua y otros insectos.
Los componentes del juego desde luego que son uno de sus puntos fuertes. El diseño de la caja es bonito, aunque por dentro solo hay cartón: un compartimento, un par de bolsas zip, y todo al mogollón. ¿Y qué nos encontramos dentro? Nos encontramos con bastantes tokens de calidad, que se destroquelan bien, coloridos y bonitos (objetivos, ferormonas, insectos,...).
Intentaremos conquistar el corazón de la princesa con el poco loable objetivo de mejorar nuestro poder y riqueza. Para ello, contactaremos con distintos personajes de la corte real, que nos ayudarán a entregar a la princesa una carta de amor. Una vez que la princesa haya recibido suficiente cartas de amor, su corazón quedará entregado...