Se trata de un juego muy sencillo, a partir de dos jugadores, que es muy cortito de jugar. Los jugadores han de meterse en el papel de zombis cuyo objetivo es acechar a las víctimas para poder comerse sus jugosos cerebritos... Qué apetitoso, ¿no? ¿Dónde están esas víctimas? Pues... ¡las víctimas son los dados! ¿Los dados? ¡Sí! El juego se compone de trece dados y el gracioso cubilete.
Un juego en el que tendremos que ir moviendo nuestro personaje (en base a tiradas de dados) por distintas casillas de un tablero que representa el mundo de juego. Este tablero tiene distintas casillas, donde nos enfrentaremos a peligrosos enemigos y a no menos peligrosos jugadores; al resolver esos encuentros, ganaremos recompensas e incrementaremos nuestras habilidades.
Partiendo de la base de que ya sabéis jugar, voy a mostrar un turno completo de juego y por último hablar sobre su escalabilidad para adaptar el juego a diferentes grupos. La partida se desarrolla en seis rondas y en cada una de ellas hay cuatro fases. Tu misión será intentar satisfacer el mayor número de sueño respecto a los otros jugadores.
El clásico no es un juego que me apasione, ni tampoco lo considero un juegazo para todos los premios/galardones que tiene; pero sí reconozco que se deja jugar bastante bien. Características como su corta duración, número de jugadores o su sencilla mecánica hacen que vea bastante mesa, sabiendo esto... prefiero que el juego venga acompañado de todas las expansiones posibles para sacarle todo el jugo en cada partida.
Cada jugador tomará el papel de un luchador, cada uno tiene una habilidad especial diferente que puede utilizar durante la partida. El juego básicamente es un "a ver quién la tiene más grande", pues cuando nos llegue el turno nuestro objetivo será jugar una carta superior o igual a la ya jugada, o jugar una de las cartas especiales.
En este juego deberemos mover a los tres robots por el tablero con el fin de dejar el mayor número de ellos en tu territorio cuando se acabe la partida. Jugaremos por turnos, es decir de las tres acciones disponibles que podremos realizar, sólo podremos escoger una que será obligatoria, es decir, no podremos pasar el turno.
El diluvio ha comenzado y es el momento de embarcar a los animales a bordo de los transbordadores que se dirigen al Gran Arca de Noé. La tarea no va a ser fácil: cada barco admite un peso máximo y a la hora de embarcar hay que tener en cuenta la especie y el género de los animales. Se trata de un juego con una mecánica facil.
Desgraciadamente, ha aparecido un cadáver, ¡una joven sin sangre alguna en su cuerpo! La gente murmura que son vampiros. ¡Habladurías populares! No saben nada... intuyen mucho, pero no saben realmente nada. Desgraciadamente no es la primera vez que pasa cerca de los Erdóy. Y es que como sirvientes suyos, conocemos sus secretos. Intentaré resolver este asunto sin mancillar su honor.
¿Creéis que no sois capaces de adueñaros de lo que no es vuestro? ¿Creéis que nunca lo seréis? ¡Cuán equivocados estáis! Yo entiendo que no lo tengáis por afición, pero... ¿y si por una noche de trabajo de guante blanco pudierais resolver ya el resto de vuestra vida? No más trabajo, viajar, ocio, familia, tiempo libre, disfrutar, vivir... ¿No sois capaces de adueñaros de los que no es vuestro?
Inicialmente, tu objetivo es escapar junto a otros supervivientes de una ciudad infectada por zombies, ya sea usando un puente situado al otro extremo de la ciudad, un helicóptero o una barca. Por ahora, 100% colaborativo. ¿Problema? Las plazas en el helicóptero (si es que las hay) y en la barca pueden no ser suficientes para todos los jugadores...
Dicen que el infierno es un lugar muy caliente, ¡pero quienes dicen eso no tienen ni idea! ¡El verdadero dolor viene del frío! Se mete en tus huesos, te cala, te congela, y después, te mata; con dolor, con saña. Escribo estas líneas mientras buscamos algo para mantenernos vivos. Escribo estas líneas porque si nos mantenemos vivos, quiero mantenerme cuerdo también.
Se trata de un juego de acción simultánea, donde se combina la agudeza visual y mental. Últimamente estoy reforzando mi ludoteca con estos juegos. De momento llevo un par de partidas a seis jugadores y son de los juegos que con sólo leer las reglas o explicarlos ya sabes que van a triunfar. Un juego de los que hay que tener para calentar la mesa o en sesiones con no-jugones.
Con un coche se va recorriendo la ciudad, desde el puerto y hacia el puerto, siempre por el mismo camino. En cada turno se avanza un espacio, pero los jugadores con dinero pueden mover el vehículo las casillas que quieran, para así visitar a unas personas u otras según qué recursos necesiten. Además, estos cubanitos que están al borde del camino esperando desesperadamente una visita son tan agradecidos, que te permiten visitar los edificios de la ciudad de su color asignado.
Antes de ponernos a jugar tendremos que hacer manualidades, no os preocupéis, simplemente pasaréis un rato entretenido enganchando las pegatinas numeradas en la parte frontal y posterior de nuestros queridos villanos, hay un total de cuarenta y ocho villanos, once para cada jugador y cuatro odiosos monjes, a dos pegatinas por meeple.
Somos un grupo de vaqueros en un pueblucho del lejano Oeste, que por no tener no tiene ni su zarza rodante, que deciden jugar a los dados para obtener toda clase de bienes. Se trata de tirar dados de póker, y en cada ronda quedarte uno gratis, o pagar para quedarte más o no quedarte ninguno, con lo que en un máximo de cinco rondas cada uno tendrá su jugada.
Cuando recibí una extraña invitación para ir al país del gnomos me dije, ¿por qué no? Después de ver treinta veces la película "Dentro del laberinto", estaba dispuesto a realizar tal aventura, aunque me imaginaba que la realidad no se parecería a esa película que tanto me gusta. Pero era o el país de los gnomos, o Alemania, y yo nunca he soportado el frío...
Hola, soy el jardinero imperial. Normalmente, eso significa cuidar de algunos bonsais; pero desde que nuestro amado emperador firmó la paz con el imperio continental, tengo que cuidar de un oso panda que ha regalado el señor de China a nuestro emperador. El problema es que mi Señor, no satisfecho con mi trabajo, nos hace competir a distintos jardineros, a ver quién lo hace mejor.
Somos un grupo de pingüinos de caza en los témpanos de hielo. Cada témpano, representado por una loseta, te da un número de peces, los cuales coges cuando te marchas a otro témpano. Tus movimientos son siempre en línea recta, siguiendo las caras de un hexágono que es el témpano, y te paras cuando quieres, pero siempre en recto.
En esta ocasión somos monjes que estamos montando un monasterio molón, a base de deforestas, cual Aníbal, todo a nuestro paso. En este juego, en cada ronda tenemos la opción de colocar a nuestros curritos, creyentes ellos, en nuestros edificios para hacer acciones, o bien contratar a los monjes de los demás para ocupar sus edificios, o podemos construir edificios de los disponibles para todos.
Un juego de identidades ocultas con el que divertirte despistando a los demás exploradores y haciendo que tu explorador consiga la gloria. Un magnífico filler para disfrutar con jugones y no jugones ya que dada su sencillez cualquiera puede enterarse del juego en apenas un minuto e incluso ganar.
Se parece más a los party de toda la vida, un juego de preguntas y respuestas, sobre animales. Su mayor novedad es la presencia de un tablero donde responder todos a la vez, y donde no sólo por acertar puntúas, también puntúas si te acercas. Ya sabes, la típica respuesta de "pues me suena que este bicho es de Sumatra", y clavas un cubito de respuesta en el mar que rodea la zona.
Somos una familia de supervivientes metiditos en nuestra casa. En la primera fase del juego debemos ir cogiendo por orden el menaje del hogar: madera para barricadas, supervivientes, comida y agua, un fusil, una ballesta, gasolina para el hornillo. Y una vez equipados hasta el último hueco de la casa, empiezan a llegar los zombies.
Nos gusta conocer juegos más allá de nuestras fronteras y es que, si nos ponemos a pensarlo, tiene que haber muchísimos juegos de mesa publicados en otros países que no conozcamos. Pero en esta "aldea global" que es el planeta Tierra y con la gran "culpa" de internet, se pueden descubrir muchos de esos juegos que te ayudan a enriquecerte tanto lúdica como culturalmente.
En el tablero principal se encuentran los dieciocho personajes a los que podemos influenciar para obtener sus beneficios. Éstos van desde ganar puntos de victoria, conseguir recursos, aumentar nuestras defensas o descubrir a qué amenaza deberemos hacer frente al final del invierno. El juego transcurre a lo largo de cinco años en los que pasaremos por diferentes estaciones.