Los jugadores compiten entre sí para aumentar la influencia de Venecia en el Mediterráneo y su prestigio particular dentro de la ciudad. Para ello los jugadores eligen cada turno un dado de entre los disponibles que indica el tipo y el número de acciones que puede realizar ese turno, básicamente colocar cubos de influencia en mares y ciudades del Mediterráneo.
Una cadena de hamburguesas compite contra otra de pizzas por ser la más exitosa en el mundo de la comida rápida. No importa el idioma ya que no tiene más texto que las reglas. Mecánica sencilla, con ejemplos, y partidas de una media hora. Para dos jugadores, a partir de diez años.
Tiempo ha, allá por los años 70, Gary Gygax y Dave Arneson decidieron darle un poquito más de chispa a sus partidas de juegos de guerra con miniaturas, cambiando la ambientación histórica por un batiburrillo de fantasía y reduciendo la escala de manera que cada jugador, en lugar de todo un ejército, controlaba únicamente a un personaje.
Antes de nada, tengo que hacer una confesión: no me interesa especialmente la historia militar, así que no puedo decir nada en cuanto al rigor histórico o la atención a los detalles del juego; y en lugar de eso me voy a centrar en ver cómo funciona precisamente eso, como juego. Una vez dejado este tema claro, vamos al lío. Yo había jugado hace mucho a la edición original.
Están escapando una detrás de otra y recuperarlas, no será tarea fácil. Han aprendido a usar las rejillas de ventilación para atajar camino y las salas de mutación para cambiar su aspecto y despistar a sus captores, con lo que, la pinta que tienen cuando escapan, puede no tener nada que ver con su apariencia final.
Cada jugador, en su turno, puede colocar tantos bloques como quiera, siempre que esté en contacto con otros bloques, en una misma línea y coincidiendo en color o en forma (sin repetir) con los adyacentes. Cada bloque colocado y sus adyacentes darán puntos. Si al colocar se completa la serie de seis colores o seis formas diferentes, se hace "Qwirkle".
Es un juego abstracto de colocación de losetas con unas reglas muy sencillas. Tenemos cinco losetas ocultas en la mano y cada turno tendremos que colocar una en la zona de juego formando filas y columnas junto a las losetas ya colocadas. Hay ocho tipos distintos de loseta que representan a otros tantos personajes, cada uno con un valor numérico y unas habilidades especiales.
Los juegos sociales son un territorio muy curioso: por un lado, es un campo en el que se admite, incluso se celebra, la novedad y la originalidad por encima de unas reglas sólidas; pero, por el otro, es muy fácil caer en la rutina y publicar una enésima versión de "Manzanas con Manzanas". Por eso, cuando un juego social se cuela entre las listas de títulos más "serios" y acaba siendo nominado al Spiel des Jahres suele picar la curiosidad.
¿Habéis estado alguna vez media hora a solas con otra persona? Media hora es muy poco tiempo para sacar un "Sombras sobre Londres" y, por alguna extraña razón no a todo el mundo le gusta "Magic: El Encuentro". Así que es muy normal quedarse bloqueado en esas ocasiones. Por suerte, existe todo un rango de juegos diseñados precisamente para eso.
Han robado cinco reliquias de cinco famosos lugares de Londres y, como detectives, competimos por reunir testigos y pruebas que nos ayuden a resolver los casos. Por turnos, usaremos cartas de testigo para reclamar cartas de prueba (descartando el número y tipo de cartas indicado en la carta) o destruirlas (descartando dos cartas idénticas y reclamando la carta superior).
Lo primero que llama la atención es el gran tamaño de la caja. Es bastante más grande que la de la edición normal. El aspecto con el fondo negro es bastante más serio y tiene una nueva ilustración de portada, aunque es parecida a la de siempre. Pero es al abrir esta cajota cuando empieza el festival visual.
La premisa era, como mínimo, interesante: poner a un autor especializado en juegos temáticos y accesibles como "Quarriors", "La Llamada de Cthulhu: LCG" o los novísimos "Marvel Dice Masters" y "Kaosball" a hacer un juego de trenes, considerados la epítome de los juegos duros de gestión económica. Como no podía ser de otra manera, el señor Lang decidió usar dados, muchos dados.
Ya en su día fue merecedor de buenas palabras, muy probablemente la llegada tardía a nuestras tierras de este juego es debido a la gran cantidad de texto necesario de ser traducido y porque es un juego bastante peculiar, el que hace unos años probablemente no hubiese salido rentable ya que la afición no estaba tan extendida.
Nos pondremos al mando de una de las catorce facciones que habitan este particular mundo. Desarrollaremos su religión enviando a nuestros sacerdotes a los diferentes cultos y construyendo templos que nos concedan el favor de los dioses. Nos expandiremos terraformando el terreno para adecuarlo a las necesidades de nuestra raza.
Por muy divertidísimo que sea conquistar territorios, derrotar enemigos, ganar pujas, superar tiradas y gestionar recursos, a veces se agradece un descanso, algo nuevo, un soplo de aire fresco. Esto es exactamente lo que tendremos en este juego. Un planteamiento súper original.
Somos gubs compitiendo contra nuestros adversarios y los avatares del destino por formar la colonia más poderosa. Cada jugador, en su turno, puede robar una carta y jugar cuantas cartas tenga en su mano en su área personal o contra otros jugadores, según el tipo de carta. Existen varios tipos: gubs, escudos, trampas, amenazas, interrupciones y eventos.
La gran mayoría de los que crecimos en los años 80 y 90 y tenemos esta afición por las cosas con espadas, orcos y magos compartimos un recuerdo: esas tardes mágicas jugando a "HeroQuest" con los amiguetes del cole y pensando que no podía haber nada que molara más que eso. El tiempo pasó y nuestras copias de ese juego se perdieron en desvanes, mudanzas o limpiezas.
Sin llegar a cotas de dificultad elevadas, sí que es verdad que al principio se nota que cuesta un poco pillar y memorizar todos los conceptos. Ayudará bastante una segunda lectura de las reglas tras una o dos partidas de iniciación. Puede haber cosas que resulten algo confusas al principio y será bueno tener el reglamento a mano para echar algún vistazo.
Seremos dos nobles a los que el rey ha encargado supervisar la construcción de un castillo. El que consiga construir los mejores patios, será nombrado gobernador del castillo. En nuestro turno debemos jugar al menos una carta, que nos permite construir ciertas piezas y robar otra (o más si la carta que jugamos lo permite).
Muy pocos juegos consiguen revolucionar la industria y generar clon tras clon. Uno de los últimos en hacerlo fue "Dominion"; y "Ascension: Chronicle of the Godslayer", diseñado por un grupo de jugadores profesionales de "Magic: El Encuentro" fue uno de los primeros. Una de las características más curiosas de los juegos de esta línea es su formato.
Tenemos dos bandos, el rojo y el azul y el objetivo es encontrar la bandera del rival. Cada jugador coloca sus fichas mirando hacia sí mismo, de forma que el rival no pueda verlas. Las pondrá según el criterio y la estrategia que quiera seguir, que en nuestro caso era proteger la bandera a tope y lo demás un poco al boleo.
Los jugadores guiarán a un grupo de aventureros por los oscuros recovecos de la típica mazmorra. ¿El objetivo? Intentar salir con vida y con más monedas de oro que los otros jugadores. La mazmorra se divide en cinco niveles con cinco encuentros cada uno que los jugadores deberán superar, hasta llegar al último encuentro del último nivel.
La calidad de los componentes es bastante buena. Encontraremos edificios especiales, monumentos, líderes, losetas y cubos de madera con un buen acabado y el mismo tablero se nota que es de calidad. En cuanto al aspecto estético ya habrá diversidad de opiniones, puesto que no muestra un gran despliegue visual.
Su mecánica de juego está basada en el draft, esto quiere decir que los jugadores eligen una carta de un mazo para después hacer correr el mazo a otro jugador que repetirá la acción, hay algunos juegos que ya incorporan esta mecánica pero muy pocos deben ser las que lo utilizan como su principal.