Hola, vikingos celtas... ¡celtas vikingos! Es un juego celta. El arte es brutal de este juego; ya os lo digo, antes de la opinión: arte inmejorable. Vamos a explicaro un poquito cómo se juega; deciros que va a ser una reseñita rápida porque todo depende de cómo va surgiendo la partida. Básicamente os vamos a enseñar el orden las acciones.
Cada jugador tendrá una carta de gustos en las cuales verá cuales son sus golosinas favoritas, que nos darán más puntos al final de la partida, y cuales no nos gustan, que lógicamente, no puntuaremos. El turno es muy sencillo. Cada jugador cogerá una carta de la mesa con la única condición que sea totalmente visible y no esté tapada por otra carta.
Caja pequeña con un mazo de cartas cuadradas y un troquel con los marcadores de puntuación. El interior de la caja tiene forma de pirámide invertida para que vayas dejando el mazo de descartes y la tapa se convierte en el tablero de puntuación. Muy bonito todo, con unas ilustraciones desenfadadas que le dan un punto muy chulo al juego.
Para preparar una partida, se separan los tres mazos de cartas por color, y se barajan. Del mazo verde, si somos menos de cuatro jugadores, se devuelven las cartas marcadas con un cuatro. Se ponen a un lado las fichas de logro, pretendientes, y las minis de ciudadela y santuario. Se mezclan las losetas de territorio y se saca una por jugador.
Estamos aquí... que me falta la rebequita con el fresco que hace... Ya está el chiste hecho, ya podemos empezar. Este juego roza casi, casi el clasicazo; lo que pasa es que si decimos que es un clásico hay gente que se nos tira un poco a la yugular. ¿Qué es lo que vamos a hacer? Os vamos a enseñar a jugar pero con dos cosas muy importantes que tenéis que tener muy en cuenta.
¿Conseguiremos infiltrarnos en los mayores conglomerados de comunicación para hacernos con el control de los principales medios? Para preparar una partida se forma una cuadrícula con las losetas de compañía, al azar y dependiendo del número de jugadores. Se cogen cubos de cada color, también dependiendo del número de jugadores y se colocan encima de dichas losetas.
Gira la ruleta, recibe ingresos, ocupa regiones, esculpe bustos,... Compra sellos.... Espera, espera,... ¿Qué hacemos explicándote el juego por aquí? Venga a ver el vídeo y a dejar tu comentario diciéndonos qué te ha parecido este "Jadara" o "Hadara"... ¡o como se diga! Y os vamos a explicar cómo se juega a dos jugadores y vais a ver la partida.
Se basa en unas mecánicas de elige tu propia aventura, narratividad y exploración. Es un juego muy sencillo: primero voy a explicar un poquito cómo funciona y luego os contaré mis impresiones y qué tal me ha parecido. Es un juego básicamente narrativo: tenemos el libro del narrador y los jugadores irán avanzando a través de leer ciertas páginas.
Me tocaba dar mi opinión ya con varias partidas a la espalda, y con varios puñales también. Esta opinión, dado que que me he tenido que expender explicando reglas, va a ser un poco más extensa. En mi primeras impresiones ya comentaba un poco sobre el arte del juego, así que en esta ocasión vamos directos al aspecto mecánico y las sensaciones que me provoca el juego.
Ya estamos aquí de nuevo. No sé si compartimos algo de esto ya por redes o no. Lo pillamos con ganas. Es el quinto, que realmente es el quince: son quince aventuras ya las que podemos disfrutar en castellano... tela, ¡eh! Recordemos que vienen tres dentro de cada caja. Como siempre, vamos a dar la información básica. Lo que vamos a hacer simplemente es dar nuestra opinión.
La idea es completar tu hoja de personaje, tendrás una raza (las típicas razas de los juegos de rol; enano, draconiano, elfo, humano...) una clase (mago, guerrero, hechicero, ladrón...) un transfondo que define tu personalidad en el que puedes encontrar múltiples opciones algunas muy divertidas y originales, y un alineamiento que define el carácter bueno o malo de tus actos.
Os traemos un juego que saca lo peor de cada uno, como sucede siempre que hay política envuelta. ¿Y sabéis que pasa? Pasa mucho con los juegos de política: son juegos sólo para dos jugadores. Así que vamos a contaros cómo se juega y váis a ver una partida que, en nuestro caso, saca lo de por de cada uno. Así que vámonos a la cámara de arriba.
Primeramente colocaremos el tablero de puntuación en el centro de la mesa, y barajaremos los tableros de acción y los colocaremos en la posición indicada dependiendo del número de jugadores. Haremos lo mismo con los lugares de construcción y colocaremos una carta en cada hueco. Además colocaremos las fichas de poder en la zona cinco de cada tablero y pondremos el resto de componentes cerca.
Tiene un aire de juego alemán, colorido y barroco. Quizá sea lo que mejor le va al juego; pero no propone nada nuevo e incluso puede hacerse demasiado cargado de información. Vistoso en mesa sí es, poco más que añadir. Los troqueles son de buena calidad, cartas de buen gramaje y un tablero decente. Pequeño problema con las pizcas de cartón que se hacen difíciles de manipular en ocasiones.
Un montón de sospechosos, pruebas que parece que te ayudarán y acaban en un callejón sin salida, giros inesperados en la conducta de los interrogados, nervios, pruebas forenses que corroboran tus hipótesis, sorpresas, acción. Todo esto te espera en la este juego. Cada caso está pensado para jugar en una sesión de juego y que directamente os enlazará con el siguiente.
Hoy vamos a dar nuestra opinión sobre este juego. A mí personalmente el arte me mola... pero la opinión luego. Es muy importante decir de este juego, que tiene diversos finales. Básicamente es una aventura muchas veces de elige tu propia aventura donde de ti depende cómo será el final: bueno, malo o peor. El mecanismo es muy sencillo.
Ya sabéis que hay dos cajas... bueno, dos modelos de este juego: está la roja y está la azul. Yo no he probado la roja, pero las dos versiones tienen básicamente lo mismo que es un base que coincide en ambas el mismo funcionamiento, el mismo sistema, son iguales (lo único que cambia es el color) y después tienen dos mini expansiones.
Reglas sencillas, con un toque de tienta a la suerte que pasa a una gestión de acciones que hay que pensarse bien para prepararse en el próximo turno. Cabreos porque no sale una carta de comercio, o porque salen tres cartas negras seguidas, y piques por tener más dinero hacen que el juego sea muy ameno y divertido.
Éste es un juego de la serie "Evolution". En este nuevo título de la serie nos centraremos en la evolución de las especies marinas. Creamos nuestra propia especie, la evolucionamos, elegimos su modo de alimentación y sus rasgos defensivos, entre otras cosas. Este juego, como tantos otros, lo hemos probado en su versión digital.
Lucharemos contra el resto de especies del universo con el único fin de la dominación. Y el que no se doblegue, deberá de ser eliminado. Para preparar una partida, barajamos los mazos de recursos (armas, consumibles, tecnologías) y de sistemas estelares, que se colocan en el centro de la mesa. Se reparten dos cartas de especie y cada jugador elige una.
Nuestro objetivo es crear una ficha de un personaje de rol lo mejor posible. Para ello usaremos dados de seis caras y tendremos que cumplir patrones y sumas de números recomendados en las características. Competirás para crear el mejor aventurero de fantasía que jamás haya existido, preparando a tu personaje para embarcarse en una búsqueda épica.
El objetivo del juego es muy simple, intentar obtener la mayor cantidad de flores de diferentes colores para hacer la mayor cantidad de puntos posibles. Para ello, en nuestro turno podremos sacar flores de una bolsa opaca. Podemos realizar como máximo tres extracciones, no pudiendo sacar entre las tres, más de ocho flores. La chispa del juego está en que en la bolsa hay unas flores negras, que nos penalizarán si salen.
Si no tenéis mucho tiempo, una forma de acortarlo es quitarle plantas. La cuestión es que me acabo de dar cuenta de que lo tenía boca abajo; algunos os estará reventando la cabeza. Vamos a mesa y a cotillear su contenido. La caja es brutal: es un arte que yo creo que os gusta o no os gusta, a mí me parece genial. Voy a darle la vuelta a esto ya.
El juego parte de una premisa muy simple, sumar puntos en nuestra mano de siete cartas buscando la mejor combinación. Se presenta con un mazo de cartas de buena calidad y un diseño... podríamos decir que correcto. Ilustraciones con poco que destacar y una maquetación que puede mejorar. Un juego correcto, pero siendo un juego de cartas creo que tendrían que haber puesto mas mimo en el aspecto gráfico.