Estamos ante un juego de gestión de dados que evoca las clásicas creaciones de hojas de personaje en juegos de rol. Para preparar una partida, tendremos que meter todos los dados en la bolsa y lanzar uno para elegir al jugador inicial. Posteriormente cada jugador elige una raza, coge cinco monedas de la reserva y se preparan las cartas de iniciativa, poniendo una moneda donde lo indique.
En este juego seremos partícipes de una carrera en alfombra mágica, la tendrás que doblar rápidamente para atravesar las nubes. En este juego los jugadores tienen que doblar sus alfombras, para conseguir un patrón definido en una de las cuatro cartas de hechizo que forman una ronda de juego. En cuanto un jugador termine de doblar su alfombra coge la carta de hechizo de la cual han cumplido su patrón.
Aquí veis los componentes: vamos a tener como una especie de celdita y vamos a tener las hojas donde vamos a escribir nuestros diferentes resultados. Cogeremos un lápiz (que no viene dentro del juego) y en la bolsa vamos a tener unas fichas que van a ser numéricas. ¿Qué números vamos a encontrar? Los que nos indica aquí.
Tu objetivo en cada ronda es terminar con la carta más alta y alterar los planes de tus oponentes, pero ten cuidado, con tu estrategia ya que en la fase de votación, todo se puede ir al traste y te puedes convertir en el loser. Y convertido en rana, que al fin y al cabo, siempre es un poco ridículo. La mecánica de este juego es sencilla.
El formato no da para mucho que opinar en esta sección de la reseña. Cartas de un gramaje correcto, ilustraciones correctas y madera (cubos y discos). El diseño y la iconografía del juego es muy adecuada. Si hay algo que me gustaría es que las cartas tuvieran ese acabado de lino que tanto nos gusta a los que valoramos la calidad de componentes.
Yo creo que vamos a pasar, como siempre, a comenzar hablando de sus componentes. A nivel componentes, lo primero en lo que hay que fijarse es en la caja: buen cartón, las ilustraciones (os gustarán más o menos) a mí algunas me gustan (por ejemplo la central me gusta, pero éste no me termina de convencer, éste me hace gracia,...), lo que es la tipografía no está mal,...
Os traemos un juego que viene de una saga. Os contamos cómo se juega, qué trae y si funciona bien a dos jugadores. Si tienes dudas si es diferente del "Patchwork" original o si es adecuado para empezar a jugar a dos, aquí te lo contamos. Vais a ver la partida, a ver si consigo ganar... es que llevo una racha que no gano nada.
Vamos a hacer una reseña de uno de los juegos que ha sido nominado a mejor juego del año. Uno de los últimos juegos que ha sacado uno de los diseñadores de eurogames más famosos. En primer lugar, vamos a hablar un poco de las mecánicas. Es un juego que no inventa nada, un juego con una mecánica de colocación de losetas.
Para empezar a jugar colocamos las cinco camas en el centro de la mesa. Se sortea al jugador inicial que recibe la colcha y se mezclan bien las cartas. El último paso es poner las monedas de juego con la cara dorada a la vista cerca de las cartas. Elegimos el nivel de dificultad de juego según la edad de los jugadores, que se simboliza en el número de camas que se van a poder mover durante la partida.
Tendremos que tentar a la suerte para coleccionar fichas de cada color. Preparar la partida es súper sencillo. Sólo tenemos que poner boca abajo todas las fichas en el centro de la mesa, y colocar tres de ellas boca arriba. Se elige un jugador inicial, y listo. La partida termina cuando uno de los jugadores consigue siete fichas de cada color en su zona.
Vamos a enseñaros directamente cómo se juega. Lo vamos a hacer con vosotros directamente, porque como es un juego sencillito... Te viene exactamente un libro de reglas. Ahí tenemos ya el libraco. Lo bueno, que nos dimos cuenta un poco tarde, es que por la parte de delante todas las hojas son iguales; pero por la parte de atrás son asimétricas.
Os traemos un pseudo-clásico. Bien... ¿Válido...? Ok. ¿Por qué digo lo de pseudo-clásico? Porque es un clásico reinventado. Vamos a contaros cómo se juega, porque es diferente del habitual; y qué tal funciona a dos; y opinión;... Y nada, no nos enrollamos más y nos vamos a la cámara de arriba. Vamos a tener que llevar a nuestros turistas a hacer fotos a los animales.
Vamos a dar un poquito nuestra opinión. Es un juegazo, me encanta este formato: barato, pequeño, sólo cartas,... ¡Buenísimo! Yo los que más disfruto a dos son estos, porque los otros como son más difíciles nos cuestan más. De todos, para mí es el mejor porque da un pasito más: mete un poquito más de complejidad, tienen más importancia las cartas,...
Se juega en tres rondas, cada una se puntuará según unos objetivos intentado llegar o no sobrepasar ciertos valores. Cada jugador recibe ocho cartas (hay cinco colores diferentes con cartas del uno al ocho) y una carta de puntuacion con un clip que se desplazará para marcar la puntuación en cada momento. En cada ronda se jugará un determinado objetivo, representado por una carta de objetivo elegido al azar.
Un juego donde nos vamos a convertir en intrépidas ardillas para esconder nuestros frutos entre las hojas en otoño y recogerlos en invierno para podérnoslos comer. Lo primero, al contrario que otros juegos, que he explicado anteriormente, voy a explicar el modo más sencillo de este juego puesto que lo veo mucho más sencillo de explicar.
El primer componente obviamente que hay que reseñar es la caja. En el mundo lúdico el tema de las cajas es muy importante: que sean resistentes, que nos permitan guardar bien el juego, que sean cómodas de almacenar,... Ésta es cómoda para almacenar pero, ojo, es la típica caja que es más de juguete que de juego de mesa.
En este artículo voy a hablar sobre qué nos vamos a encontrar en cuanto a mecánicas, las sensaciones que da el juego y mi opinión sobre el mismo. Para producir energía nos servimos del agua de varios cauces, pondremos presas en zonas estratégicas y construyendo tubos que llevaran el agua a centrales eléctricas que lo transformarán en energía.
Para preparar una partida, ensamblaremos el tablero y lo colocaremos en el centro de la mesa. Elegiremos el mazo uno de cada color de carta y lo colocaremos sobre su zona en el tablero. Se hace una reserva con las losetas de territorio (una de cada valor por jugador), y se colocan a un lado las monedas y los contadores de más diez.
Para empezar escoge una mascota, y colócala en la puerta de entrada de la casas. Ahí empieza la carrera hacia tu meta final, comida. Baraja las cartas todas las cartas excepto las de las mascotas que no participen y reparte cinco a cada jugador. Prepara también el mazo de cartas de crash... Vamos a empezar. El turno de este juego consiste de dos acciones muy sencillas y claras.
El juego entremezcla una mecánica de memoria visual con unas cartas que se encuentran sobre la mesa con una narración de cuentos tradicionales archiconocidos. En cada partida jugaremos con un cuento: cada cuento lleva asociadas dieciséis losetas con unos preciosos dibujos de cada cuento, estos dibujos en sí van narrando la propia historia del cuento con dibujos, localizaciones, eventos,...
Nos convertimos en uno de los grandes restauradores de frescos de la época. Pero no somos los únicos, y tendremos que demostrar nuestra valía para ganarnos el favor del obispo. Para preparar una partida, primero colocaremos el tablero central. Este tablero está delimitado por zonas. Cada jugador cuenta con tres pintores y cinco ayudantes.
Es un juego de dados en el cual los jugadores deben usar resultados de dados para retirar trozos de su huevo y colocar en los huecos libres, trozos de dinosaurio. Además pueden fastidiar a sus rivales colocando trozos de avestruz en los huecos que tengan. El turno de juego es muy sencillo, consiste en tirar cuatro dados y aplicar los resultados obtenidos.
Un juego que vamos a pasar a mesa para analizar sus componentes. Lo primero, comentar que, como estáis viendo, lo que tenemos entre manos es la caja: es una caja típica de esta editorial; y a mí me a sorprendido a nivel negativo; sí la caja. Porque el cartoncillo lo veo bien; pero, ojo, la caja ya está estropeada en un simple viaje.
Hoy ponemos voz seria porque hay que ponerse serios para jugar a este juego. ¿Qué iba a decir yo...? Iba a decir algo más... Vale, voy a ir rápido. Es un juego que trae cinco casos base que se interrelacionan entre sí, con lo cual no los puedes resolver en otro orden, porque además dependiendo de lo que hagas en el caso anterior vas a tener unas pistas disponibles.