Un juego abstracto tematizado en el Japón feudal; un familiar de reglas sencillas pero tiene su profundidad estratégica. Pues os cuento un poquito cómo funciona. Los jugadores vamos a representar artesanos y pintores japoneses de una escuela antigua y vamos a confeccionar un pergamino donde vamos a representar la sociedad.
Intenta ser el primer jugador en hacer coincidir cada tema con una palabra que comienza con las letras que te dan. ¿Qué contiene la caja? Una caja pequeñita con diez dados de colores cinco de letras y cinco de símbolos y unas instrucciones. La caja es muy portable. Con sólo diez dados, un juego puede dar mucho de sí y además ayudarnos mucho.
Míralo... ¿hay un héroe más elegante, atractivo y noble que el Capitán América? Una cosa que vamos a descubrir aquí. Estamos así, como mirando encantados; estamos observando qué ilustración tan bonita. ¡Qué bonito y qué precioso es lo que tenemos aquí. Hoy vamos a seguir con nuestro cursillo rápido de juegos de mesa que deberíais probar sí o sí.
El diseño y aspecto en mesa del juego es excelente. Un mapa a todo detalle y una presencia muy por encima de la media para su coste. Es muy de agradecer la aportación del diseño gráfico al tablero. Han sabido hacer casillas hexagonales respetando la belleza del mapa y manteniendo la claridad del mismo. Los componentes son otra parte a destacar.
Para preparar una partida, simplemente colocaremos los dados en el centro de la mesa, barajaremos todas las cartas y las repartiremos en partes iguales. Si sobran, se devuelven a la caja. En cada ronda, los jugadores toman la carta superior de su mazo, y el jugador de la izquierda del que repartió comienza la ronda. Dicho jugador elegirá con qué categoría de su carta quiere combatir.
El diseño y la parte gráfica me parece muy acertado. Destacar, sobretodo, las postales que le dan un toque perfecto y muy justificado a un juego abstracto que podría estar exento de tema. Los componentes son correctos, no destacan por su calidad, pero sí por su buen uso. Usar la caja como tablero o como han integrado los edificios para que sean funcionales en troquel, siendo antes edificios en tres dimensiones.
La verdad es que el arte está muy bien: es un Japón feudal, así clásico, muy chulo. Tiene un toque pergamino que ha quedado muy bien. Es un juego que no tiene mucha complicación, son pocas reglas; otra cuestión es dominarlo luego, pero es un juego bastante ligerito. El nombre es éste porque es un tipo de té, es el nombre que se le da en Japón a la hoja de té verde.
Se juega en turnos de tiempo real. Al principio de la partida deberéis preparar un cronómetro con el siguiente tiempo: treinta minutos. Si quieres aumentar o reducir la dificultad puedes hacer partidas de veinticinco o treinta y cinco minutos. En este juego el tiempo nunca se detiene, así que debéis tener en cuenta que las conversaciones para coordinarse son algo que consumirá unos segundos muy valiosos.
¡Han perdido otra batalla en Lusitania! Julio César llama a sus cuatro mejores generales para formar un temible ejército y enfrentarse al pueblo que resiste heroicamente en Lusitania. Para preparar una partida separaremos la carta de Dios Marte y Músico. Barajaremos el resto y separaremos cinco, que mezclaremos con la carta de Músico y barajaremos.
Os traemos algo con dados. Vamos a tener estos dos dados monísimos donde hay animales, recursos y números. En el interior de la caja, que es muy cuqui, pues tú tiras los dados y eliges de un dado el resultado que quieres coger (el número, el animal o el recurso) y del otro tienes que coger número si del anterior cogiste animal.
Aquí tenemos un jueguito de caja pequeña, de animalitos súper cuquis... ¡y es súper precioso! La estética es un punto a favor del juego. En este juego nos vamos a ir a unos terrenos que pueden ser de diferentes tipo. Y nos vamos a poner a sembrar teniendo en cuenta la climatología y la época del año en la que estemos. Así pasa en el mundo real y así pasa en este juego.
Sobrevivir en la ciudad no es para nada fácil y menos aún en las cloacas si formas parte de un pequeño clan de ratas que vive con lo justo. Pero no te preocupes que todo eso podrás cambiarlo en este juego donde tendrás la oportunidad de convertirte en el líder de tu clan de ratas para cambiarlo todo. Como tal, tendrás que tomar importantes decisiones.
El diseño es colorista y muy gráfico. Agradable desde mi punto de vista; pero no va a gustar a todo el mundo. Los materiales son correctos, sin nada que destacar pero cumplen con su función. El grosor del troquel el aceptable, cartas de un gramaje correcto. Es un juego de ritmo rápido en el que los jugadores se turnan para gastar puntos de acción para conseguir los mejores azulejos.
Preparar una partida es muy sencillo. Se barajarán las cartas de zumo, que se colocarán en una pila en el centro de la mesa. Cada jugador cogerá un maestro zumero, que colocará en su zona de juego (en principio por el lado normal), y se elegirá al jugador inicial. Cada jugador robará dos cartas del mazo, las mirará y se quedará una, mientras que la otra la pasará al jugador de la derecha.
Al empezar la partida, cada jugador controla dos puntos de control .El objetivo de cada jugador es poder controlar seis puntos de control, ganando si lo consigue la partida automáticamente. La mecánica del juego es muy simple: cada jugador tiene una bolsa de tela que corresponde a su facción. En ella introduce dos fichas de cada tipo de unidad y una ficha de su facción.
Un juego de estrategia totalmente, específico para dos jugadores; o, no vayamos a mentir, dos bandos (es decir, dos contra dos). Exactamente porque tiene variantes para más jugadores. La idea básica del juego es que un equipo va a ser el rojo, un equipo va a ser el azul (que realmente vamos a ser un ejército) en la revolución francesa más o menos.
Nos vamos de birras hoy, ¡a saco! ¿Y qué vamos a tener que hacer? Pues básicamente vamos a tener que gestionar nuestra taberna, vamos a tener que atraer a los clientes con la cervecita rica para que nos den las moneditas. Y ya de paso si cae algo así de propinilla para el monasterio, pues... Iremos consiguiente propinillas para mejorar nuestra taberna.
Os presentamos este juego de cartas, una divertida propuesta para echar unas partidillas rápidas con los colegas, a la vez que recordamos videojuegos clásicos como "Final Fantasy", "Sonic", "Portal" o "Monkey Island". Te enseñamos cómo se juega y en qué consisten sus packs de expansión. ¡Por si necesitabas ideas para algún regalo!
¡No hay cosa que odie más que los insufribles y temidos atascos! Nadie me podía hacer pensar que podía descubrir su punto divertido, loco y adictivo con este juego de mesa. No os voy a mentir, este juego, como el tráfico a hora punta, hará que os desquiciéis y perdáis los papeles, pues aunque intentes salvar el día y disfrutar del viaje, vuestros oponentes no os lo pondrán nada fácil.
Nos pondremos en la piel de presidiarios, en una prisión espacial, que deberán de competir por el oxígeno que necesitan para vivir. Para preparar una partida, lo primero que haremos será montar el escenario a jugar, siguiendo la guía de escenarios . Cada jugador colocará su loseta inicial en un lugar, siempre conectada a dos posibles caminos y colocará a sus dos miniaturas en dicha loseta.
Vamos a ver cómo se juega, todo esto... luego la opinión; pero primero las características del juego, para que las sepáis. ¿Qué vamos a hacer en este juego? Pues vamos a hacer la construcción de una especie de vitrales, ¿no? Para conseguir hacerlas las más bonitas y así ser el que más puntos de victoria tenga. Más o menos ése sería el resumen.
Los jugadores viajan hasta el salvaje oeste a la ciudad del mismo nombre, cuna de la famosa fiebre del oro de Estados Unidos. Cada jugador se convierte en un pionero que acaba de desplazarse al oeste para prosperar y hacerse un nombre. Lánzate a buscar oro, utiliza tu recién adquirida riqueza para contratar trabajadores, ensilla tus caballos y abre nuevas líneas de negocio.
El objetivo del juego es construir una necrópolis formada por una pirámide, un obelisco y una tumba. Tendremos diez turnos para hacer esto; y al final de los diez turnos el que tenga más puntos gana la partida. Dicho esto pasemos al cómo se juega. Empecemos explicando, con detalle, los componentes: ciento cinco cartas de construcción.
Si has viajado por la galaxia en tu nave espacial, seguro que habrás vivido mil y una experiencias que no olvidarás jamás. ¡Pero ten mucho cuidado! Si te pasas de listo en alguna de tus aventuras acabarás en Obliti, conocida como la prisión espacial más dura del universo y que por supuesto, no te recomiendo que visites. Si ya eres uno de sus presidiarios estás de enhorabuena, porque te voy a explicar qué tienes que hacer para sobrevivir.