Aquí lo tenemos y vamos a ver cómo se juega. Bueno, pues ya tenemos montada una partida; como véis no se diferencia mucho del "Código Secreto" básico; salvo que en vez de tener las pistas en forma de palabras, lo tenemos en forma de dibujos. Seguimos teniendo las fichas de agentes: tanto azules como rojas.
Ya está aquí; vamos a ver... cómo se juega. Ya tenemos aquí la preparación para la partida. Os voy a explicar cómo se prepara: es muy sencillo. Se separan por un lado los espías azules, por otro lado los espías rojos; por otro lado se separan las fichas de ciudadanos, la ficha de agente doble y la ficha de asesino.
Cuando me ofrecieron este juego para reseñar, tuve un déjà vu bastante chungo; y es que el concepto de "venga, un jueguecito de cartas sobre ligotear, que es la risión" me recordaba peligrosamente a "Sexy". Después de los temblores, los llantos y los tics nerviosos provocados al revivir el trauma, me repuse, me dije a mí mismo: "tú puedes, Betote, que eres un campeón".
Cada jugador tiene un tablero personal, con dos revisores y un trenecito. Se podrán ir añadiendo vagones y raíles, por los vagones irán los revisores, por los raíles el trenecito. El tercer revisor servirá para el tablero de puntuación. Los vagones empiezan con valor cero y podrán ir subiendo su valor numérico de izquierda a derecha. El vagón con más valor es de doce.
Vamos a empezar ya con la explicación. Y vamos a dividir el vídeo en un par de secciones: la primera, cómo no, va a ser la preparación. Muy sencillito: colocamos los diferentes tokens a mano de todos los jugadores (los de daño, estrella y puntos de victoria). Y los dados también, que lleguemos todos los jugadores.
No me duelen prendas en admitirlo: el único motivo por el que me apunté al micromecenazgo de este juego fue que a base de metas adicionales uno acababa con un buen puñado de figuras que se podían usar en "Arcadia Quest"; y oye, si de paso me dan un juego, pues bienvenido sea. Después de todo, la premisa no es que fuera lo más de lo más.
Tengo aquí el papelito con las tres mini-cosas que os quiero comentar de cada juego, porque son cosas que no recuerdo nunca. Es un juego, parece ser, del 2004; de treinta minutos de duración las partidas; y de tres a diez jugadores. En este juego, no sé si lo conocéis, pero somos como un grupo de mineros que tenemos que llegar hasta una pepita.
Nos encontramos ante una caja llena hasta arriba de componentes, sobre todo cartas, pero también un buen puñado de tókens, recursos de plástico (barriles de cerveza y lingotes de oro) y un tablero. Todo el material es de buena calidad y con un arte muy llamativo. Desplegado en mesa ocupa mucho espacio ya que además del tablero con todas las cartas disponibles para compra tendremos que disponer de espacio para desplegar nuestra aldea.
Anda, mira, un juego de roles ocultos, qué original. Total, sólo han salido unos diez millones en los últimos tres años, así que uno más siempre es bienvenido, ¿no? En fin, este aquí pone que son diez minutos, así que por probar no se pierde mucho. Veamos. Para preparar la partida, colocamos las losetas como nos rote.
En este juego empezamos con un tablerito personal y dos trenes de un vagón cutrongo cada uno, y durante la partida iremos mejorando y ampliando nuestros trenes, expandiendo el recorrido de nuestra línea y haciendo otras cositas que nos den esos ansiado puntos de victoria, que saben riquísimos con el café y las pastas.
Cada jugador representará a una de las dos superpotencias enfrentadas durante la Guerra Fría: EEUU y la URSS, compitiendo por decantar a su favor el equilibrio de poderes, y por la carrera espacial. En cada turno, los jugadores jugarán, en secreto, una carta para cada marcador que pueden avanzar: el equilibrio de poder y la carrera espacial.
En este título nos metemos en la piel de unos aventureros que se adentran en un dungeon en busca de tesoros. El problema es que en dicho dungeon vive un dragón que periódicamente sale a cazar por lo que debemos ser muy cuidadosos con el ruido que hacemos, puesto que el aventurero más ruidoso será el que más probabilidades tenga de ser herido por el dragón.
Va vísteis el qué lleva dentro, así que toca explicaros cómo se juega. No tengáis miedo porque veíais que el vídeo es un poco largo porque es muy sencillo jugar. Lo único es que hay muchas acciones posibles pero es muy, muy sencillo y muy intuitivo. Así que... vamos a verlo. Vamos a empezar la explicación y la preparación.
Hay juegos exitosos, divertidos, olvidables, sobreproducidos, sobrevalorados, famosos, emocionantes,... y luego hay una categoría aparte para los que forman parte incuestionable de la historia de los juegos de mesa. Éste es uno de esos juegos. Publicado, curiosamente, el mismo año que "Risk", ambos fueron pioneros en su estilo.
A nadie voy a sorprender ahora si digo que no soy precisamente el presidente del club de fans de Stefan Feld, que son unos cuantos años los que llevo por aquí y ya nos conocemos. Mi opinión sobre la mayoría de sus juegos es que se limita a coger un montón de mecánicas sosas distintas, las une con un mecanismo para elegir a cuál de los minijuegos vas a jugar ese turno y venga, a correr.
Es uno de los pocos juegos que haya actualmente que sea un deck-building con interacción. Me encantan los juegos de deck-building, me parecen súper entretenidos, pero el problema que suelen tener es que puedes jugarlos con un biombo alrededor, sin ver a los demás jugadores y hacer la partida: no hay que estar pendiente de los demás.
¿Lo hueles? Recién sacadito del horno que lo tenemos... Pensaba que ibas a decir que olía a vino. Sí chaveles, es una broma pero es cierto: está recién cadito, salió hace tres días, ya lo tenemos aquí. Ya tenéis el qué lleva dentro, así que sólo nos falta explicar cómo menear a la gente... Ésta es la preparación de una partida, como podéis ver, para cuatro jugadores.
Ah, los 90, qué década más... así. Era como si el mundo entero fuera un chaval de trece años, y yo mismo también lo fui durante trescientos sesenta y cinco días, que no estaba la cosa para llevarle la contraria al mainstream. Todo era muy edgy y muy grimdark, pero también había mucho color chillón, hombreras y gomina. Bueno, pues ya podemos estar tranquilos porque los 90 han vuelto.
Tendremos un tablero principal que será donde se desarrollen las conquistas. Divididas por regiones, en la preparación inicial habrá antiguas civilizaciones, en otras puede haber montañas. Éste es uno de los dos tableros posibles, dependerá del número de jugadores. Son diez rondas. El dinero es importante, pues serán los puntos al final de la partida.
Ya vísteis esta semana el qué lleva dentro de este juego. Más de uno nos dijísteis que teníais ganas de saber cómo se juega, así que aquí lo tenéis. En la misma semana la explicación de cómo se juega a este juegazo. Un juego que vais a ver, ahora mismito en un momento, que es muy sencillo pero queda... ¡cómo queda en mesa!
Qué sería de mí sin mis contradicciones: justo después de una entrada lacrimógena diciendo que estoy cansado de novedades que no dicen nada nuevo, viene una reseña dedicada a una reimplementación de un juego; y es que parece que ése ha sido un tema recurrente este año pasado. Se ve que han sido muchos los que han decidido que empezar un juego desde cero es muy cansado.
Este juego me parece uno de los mejores familiares que he jugado últimamente. Es muy agradable de jugar, cada jugador está en su reino, y casi siempre está uno más pendiente de lo suyo que de los demás. Cuando estés familiarizado (a los pocos turnos) con el juego ya jugarás mirando de reojo qué les hace falta a tus rivales, y es que la interacción del juego está en coger losetas con las que puedes hacer mucha pupa.
Si se infecta el estómago, el cerebro, el corazón o los huesos, tu cuerpo se quedará sin fuerzas. Si cuando acabe tu turno tienes sobre la mesa el cuerpo sin virus, ¡lo habrás conseguido! ¡Habrás ganado la partida! Nunca un virus hizo que tu vida mejorara tanto como éste... ¿Hay virus que sirvan para cualquier órgano? ¿Hay medicina que sea general?
Comenzamos la partida con una ficha individual, en ella se encuentra representado el plano de la casa y una lista de posibles armas del crimen así como todos los sospechosos y sus posibles móviles. Igualmente se nos reparten una serie de cartas de un mazo previamente preparado específicamente para el caso. En cada turno el jugador activo podrá solicitar intercambiar cartas que contengan información.