El juego tiene objetivos variados, lo que hace que puedas optar por una distinta cada vez que juegas, aparte que el azar de las cartas y los tableros de doble cara hacen que siempre sea una experiencia distinta jugarlo. Lo malo de esto es que en algunos puntos tu robot puede estar girando y girando y girando sin lograr llegar a ninguna parte.
Gulliver exploró el mundo de Celestia en sus viajes. Nos describe ciudades llenas de misterios y tesoros. Tu misión será explorar estas ciudades en busca de esos tesoros. Al final del juego el jugador con la colección más valiosa será el ganador. Los componentes son espectaculares, es un juego que entra por los ojos nada más verlo.
Es tu turno, miras al horizonte y con una voz casi robótica, solemne, carente de sentimientos, tonalidades o color dices: "Cojo tres monedas porque soy el duque". ¡Y que alguien te diga que que no! Cada jugador encarna una familia de una ciudad-estado italiana. Para comenzar la partida, recibimos dos cartas con dos personajes y dos monedas.
¿Habéis jugado alguna vez a "Psicología"? Ya sabéis, cuando se echa a alguien de la habitación, se dice "cuando nos pregunte, respondemos como si X", se le hace entrar otra vez y se le pide que averigüe qué le pasa al resto. Bueno, pues si no lo habéis jugado, aquí tenéis la versión por equipos, ni más ni menos. Uno podría argumentar si tomar un juego de dominio público y montarse una versión comercial es del todo ético o no.
En el momento en que se anunció que la editorial iba a publicar un juego nuevo, reservé dinero para comprarlo. Así, sin mirar. Y es que esta marca ha conseguido a lo largo de los años y a la sombra de su megaventas "¡Aventureros al Tren!" una muy merecida imagen como referente en lo que se refiere a juegos familiares: sabes que abriendo una caja con esta marca te vas a encontrar un juego con una calidad de componentes excepcional, un reglamento sencillo y un planteamiento al mismo tiempo reconocible y original.
El inicio de una fantástica aventura de supervivientes, quienes se enfrentarán a hordas de zombies para conseguir víveres, o simplemente para sobrevivir y poder seguir un día más con vida. El juego es 100% cooperativo, osea todos contra el tablero, los jugadores toman el papel de uno de los seis supervivientes que nos trae.
Estamos ante un juego que trae dos modalidades en la caja básica. Sí, tenemos dos maneras diferentes de disfrutar: el modo escaramuza y el modo campaña. Todo, desde el diseño gráfico de los componentes hasta los dados personalizados, está cuidado al detalle, tanto desde un punto de vista estético como funcional.
Ha surgido una vacante de ayudante en el laboratorio de la mayor fábrica de chicles del mundo. Si quieres optar al puesto deberás demostrar que eres el mejor manejando la maquinaria de la fábrica. Tendrás que recordar cada uno de los interruptores, cada una de las tuberías y de las máquinas para fabricar el paquete de chicles más completo, sólo entonces el puesto será tuyo.
Pues sí, "ésta es una carrera de conejos, pero tiene una gran peculiaridad, no usarás dados, ni monedas, ni otra cosas que se te pueda ocurrir para que tu conejo avance más rápido que los demás, sólo debes usar toda tu creatividad e imaginación para lograr que tu conejo avance y llegue primero a la meta. Un juego de mesa familiar.
Los juegos de piratas molan. Los juegos con dados chulos molan. Los juegos en los que construyes cosas físicamente molan. Este juego, la última creación de la gente que hace los juegos que firma Ignacy Trzewiczek, lo tiene todo para molar... Salvo alguna cosa. La premisa del juego promete mucho: empiezas tu andadura con una pequeña flotilla de barcos y un galeón, con la intención de convertirte en el pirata más famoso de los siete mares.
Los vikingos han vuelto de su última incursión y se disponen a distribuir el botín. Es el momento para pujar por el tesoro, pero ten cuidado, no te precipites porque hay más barcos en camino, quizá te interese esperar por un beneficio mayor. Me ha sorprendido muy gratamente. Ha simplificado de tal forma la mecánica, ahorrandose reenganches o repujas.
Aunque la caja nos indique que estamos ante un miembro más de la familia "Risk", el título que hoy nos ocupa no se ajusta a esa denominación ni por asomo, siendo un sistema completamente diferente. Diseñado para dos o cuatro jugadores, es más bien un sucesor espiritual de "Star Wars: The Queen's Gambit", diseño que un servidor no ha tenido el placer de disfrutar.
Este juego tiene de Holmes las magníficas ilustraciones de Pedro Soto y la sarta de mentiras que forman el texto de la trasera de la caja. Y llamadme raro, pero me parece muy feo hacer algo así. Plantas en las tiendas, aprovechándote de que el tema está de moda y de que no hay que pagar licencia ni derechos de autor, un juego con los hermanos Holmes en portada.
¿No habéis pensado alguna vez eso de "Yo tendría que haber nacido en otra década"? Pues a Marc André le pasa continuamente. Lo feliz que habría sido el muchacho dedicándose a diseñar juegos a mediados de los noventa, pero ha tenido la mala suerte de nacer con veinte años de retraso, y por eso saca esos mismos juegos ahora. Por otro lado, tampoco parece irle mal.
Portada fea, no gracias. Ésa fue mi respuesta cuando me ofrecieron jugarlo. Pero como no sé decir que no a casi nada, después de que me insistieran (una vez), dije que sí y lo jugamos. Y... ¡qué equivocada estaba! ¡Qué gran clásico me hubiera perdido por juzgar esa horrible portada! Es muy fácil. El objetivo del juego es tener más puntos que el rival.
Hace un tiempo os hablé del fantástico "Keep Talking and Nobody Explodes", un híbrido entre software y producto físico que jugaba con la comunicación puramente verbal de elementos visuales como elemento principal para conseguir una experiencia única que, si no habéis probado, ya estáis tardando. Hoy toca tratar este juego.
Tampoco es que el juego traiga muchos componentes. En la cuadrangular caja va a haber incluso aire, pero se lo perdonaremos porque en este juego la caja se usa como tablero, como veremos ahora a continuación. También vendrán setenta y dos cartas, ocho monstruos de cartón y sus respectivas peanas, seis dados, y algunos tokens de cartón para representar el track de ronda y algunos poderes especiales de los monstruos.
La frontera entre la sátira y el exploitation es muy difusa, así que voy a dejaros a vosotros mismos juzgar si el tema y el grafismo de este juego son una ácida crítica a la cosificación de la mujer, la hipersexualización de menores de edad que sirven como adorno para entretener al público mientras los machos descansan en una sociedad que sigue perpetuando los roles de hombre deportista y activo y mujer como premio al esfuerzo.
Éste es un juego con unas ilustraciones bastante simpáticas, en un formato de caja pequeña que se puede llevar de un lado a otro sin problemas y el gramaje de las fichas es decente. Si te parece que hablar mal de un juego, especialmente de uno publicado por una editorial pequeña y patria, no está bien y que todo esfuerzo por publicar un juego de mesa merece un respeto, te recomendaría que no siguieras leyendo.
Es la naturaleza humana: imaginaos que se descubriera una isla remota, allá por el Pacífico, en la que el tiempo se ha detenido y, como en las películas, aún podemos encontrar criaturas que creíamos extintas hace millones de años. ¿Cuál sería nuestra primera reacción? Ir a cazar a esos bichos para sacar el máximo provecho de ellos.
Viene empaquetado en formato de juego pequeño (en una caja similar a las de la línea de Kosmos para dos jugadores) y trae un buen montón de material: un par de mazos de cartas, un tablero con su respectiva ficha para representar el progreso militar de cada una de las civilizaciones, y unas cuantas fichas de cartón que hacen las veces de monedas, habilidades de progreso científico y daño económico causado por la guerra.
En el valle de los dragones de fuego hierve peligrosamente a borbotones bajo la superficie terrestre el imponente volcán Rubín, a punto de entrar de nuevo en erupción tras miles de años de inactividad. Los jinetes de dragones apenas pueden esperar porque, según cuenta una antigua leyenda, del volcán Rubín brotan valiosos rubíes de dragón.
El juego consiste en una carrera por completar una serie de objetivos fijos que varían en cada partida según una carta de preparación inicial. Cada jugador comienza la partida con una nave, una carta de capitán, algo de dinero, combustible y piezas de recambio de la nave; además se empieza con alguna misión que cumplir en forma de cartas de contrato.
Todo el mundo tiene alguna historia de terror en la que este juego está presente. Y cuando digo todo el mundo no me limito a todos los que tienen colecciones de dos dígitos de juegos de mesa, sino a todo el mundo. El hecho mismo de que este juego tenga diseñadores acreditados se me antoja tan imposible como a Borges la fundación de Buenos Aires.