El juego en sí se juega a dos fases. En la primera, cada jugador sacará tantas cartas como jugadores más una, pero las irá viendo de una en una, y decidiendo si se la queda (máximo una por ronda), si la deja para la segunda fase (máximo una por ronda) o si la coloca boca arriba para que el resto de jugadores se la queden. Así hasta acabar las cartas.
A lo mejor os entran ganas de tirarme un "Caverna" a la cabeza por lo que voy a decir, pero sí: juzgo los juegos por el tamaño de la caja. Los juegos de caja media los miro con recelo desde lejos. ¿Por qué? Porque suelen tener una duración que va entre los cuarenta y cinco y los sesenta minutos y la chicha suele ser escasa. Así que muchos de estos juegos tienden quedarse en tierra de nadie.
Ya conocemos más que de sobra "Black Stories" y sus mecanismos: una historia de misterio, preguntas de sí o no y una solución final, a ver quién llega. Nos han plantado cantidad de ediciones y versiones distintas, por aquello de seguir jugando a la que llegamos a la número cincuenta, y uno ya pierde la cuenta. Ahora nos llega esta versión con subtítulo y caja raruna y la pereza nos invade.
Chavalería, en este vídeo os enseño a jugar a este juego de mesa y doy mi opinión sobre el juego en base a las partidas jugadas en el torneo que gané en el Pub Continental (Granada) durante la #NMCMLdJ de 2016.
Podrás ponerte de lado de un grupo de forajidos o de lado de los hombres de la ley para revivir escenas de las películas del lejano oeste. Podrás vivir tiroteos, atracos, duelos,... Los materiales son sencillamente espectaculares. Tienes plastico y cartón para aburrir en forma de meeples, barriles, dinamita, balas, cactus, edificios,...
He de confesar que, aunque conocía algunos, nunca había jugado un Vital Lacerda. Este hombre es famoso por hacer juegos duros y de calidad. Hacía unos días que había tenido una conversación sobre cómo se mide la dureza de un juego. Yo pienso que hay varios factores que afectan y que, si bien la complejidad de reglas es uno de ellos, también lo es la exigencia intelectual a la que el juego te someta.
Encarnamos a quizá los alumnos más trastos de la escuela de magia. Hemos enredado entre los trastos del sótano de la escuela hasta abrir un libro antiguo. De este libro han empezado a surgir criaturas endemoniadas. Nuestro objetivo en el juego es aguantar la envestida de estos monstruos sin volvernos locos, pero claro, quizá teníamos que haber atendido un poco más en clase.
Éste es un juego en el que te pones en la piel del comandante de un poderoso ejército alienígena para vivir emocionantes aventuras de conquista interestelar en las que el armamento tecnológico más avanzado y las criaturas más grotescas que puedas imaginar lucharán hasta la muerte y... No, nada de eso. Es, ni más ni menos, un juego abstracto ligerito y rápido.
Cuando en la editorial de las cajas amarillas y los juegos infantiles top, decidieron ampliar su catálogo para incluir una selección de juegos familiares nos dejaron a todos con el culo torcido. Luego nos dicen que esos juegos familiares van a estar firmados por gente de trayecto en el mundillo, y más emoción. Y ahora nos encontramos con que uno de ellos ha sido nominado para el premio Spiel des Jahres.
Un filler de los de encadenar varias partidas seguidas, y con una complejidad de las que lo explicas en medio minuto. Componentes de excelentísima calidad. No olvidéis que se trata de un chorrijuego de escasísimos componentes (cartas y unos mini-tokens de cartón para la puntuación), pero aún así se agradecen que sean de tan buena calidad.
Te pondrás en la piel de un capitán pirata surcando los mares con tu barco en busca de aventuras. Cada aventura está representada por una serie de cartas que salen del mazo de aventuras. En tu turno podrás ir sacando cartas del mazo. En cualquier momento podrás decidir quedarte con una de esas cartas, siempre que hayas adquirido los recursos necesarios durante la aventura.
La serie de televisión de "Juego de Tronos" es una de las más exitosas en la actualidad, y no es para menos: hay tetas por doquier, muere mucha gente y como siempre pasan cosas, puedes echar carreras con tus amigos a ver quién es el primero en chafarle la sorpresa a todo el mundo escribiendo en las redes sociales cosas en plan "no puedo creer que muriera Pepito Stark" o «al fin se descubre que Juanito Lannister es en realidad un somormujo disfrazado».
Es un juego que consiste en tirar unos dados y hacer una historia con los resultados. Se puede jugar de muchas maneras y jugar las rondas que quieras. Me gusta porque es un juego en el que te inventas una historia y no tienes a otros jugadores impidiéndote hacer algo, además es un juego que no tiene mínimo ni límite de jugadores, así que esta muy bien para cuando se junta mucha gente.
A un grupo de estudiantes de la Escuela de Magia Noeshogwartsnonosdemanden los dejan castigados mientras todo el mundo se va de excursión por haber copiado en el examen de telepatía, y les dicen que pueden hacer lo que les dé la gana mientras no abran ese libro de ahí que emite luces malignas y está atado con cadenas y, ¿qué es lo primerito que hacen? Exacto.
Somos tribus de piojos hawaianos, que compiten por apoderarse de los pelos de Paulani, nuestra "casera". Los jugadores se irán turnando para colocar cartas de piojo (en secreto, descartando cartas de la mano, o boca arriba, sin descartar) con un valor determinado junto a uno de los pelos, que representan la fuerza con la que tiran del pelo.
Es un juego de civilizaciones en el cual debes progresar en ciencia, guerra o comercio al tiempo que construyes una de las maravillas del mundo antiguo. Para ello dispones de tres eras, al cabo de cada una de las cuales tendrás que enfrentarte a tus vecinos en el campo de batalla. En resumen, es un título imprescindible en toda ludoteca familiar.
Es todo muy diver, porque "trenes" y "tronos" se parecen mucho, así que dices "juego de trenes", y ya parece que estás hablando de los Stark y los Lannister si no te han oído bien y es la risión. Hale. Se habrán quedado calvos pensando. Y, como algo muy propio de "Juego de Tronos" es que algún bocazas te cuente lo último que ha pasado antes de que llegues, por mantenerme en el tema y en el chistaco os digo cómo acaba esta reseña en el primer párrafo: el juego es bastante malo.
Que nos gusta eso de pasear por mazmorras, oye. Venga a masacrar goblins, orcos, vampiros y dragones y llevarnos tesoros y ver al enemigo derrotado a nuestros pies y escuchar el lamento de sus minions y todo ese rollo, pero con las prisas de la vida moderna uno no siempre tiene las dos horitas largas que harían falta para echarse un "Descent: Viaje a las Tinieblas" en condiciones.
Este juego es lo más parecido al Falcon Crest del renacimiento: familias adineradas que intentan crear con su influencia pactos matrimoniales, alianzas entre casas y misiones diplomáticas. Los nacimientos, las bodas entre las diferentes casas y las misiones son los tres grandes pilares del juego. La base es casar a las niñas y enviar a nuestros varones a realizar misiones diplomáticas.
En el juego dirigimos a una serie de caballeros que partiendo desde la esquina noroeste del tablero recorren el reino recolectando espadas, hierbas y aliados para enfrentarnos a las bestias de las tinieblas que asolan el reino. El turno es sencillo, comienzas robando dos cartas de un mazo, cada una de ellas nos da unas coordenadas del tablero en las que poner un aliado o una loseta.
En este euro tendrás que gestionar tu hotel preparando habitaciones y atrayendo a nuevos clientes a la cafetería en la que, si el servicio es satisfactorio, se convencerán para ocupar una de tus habitaciones, preparada según sus gustos. No te podrás olvidar de hacerle un poco la pelota al emperador; tener su favor te dará alguna ventaja en ciertos momentos.
En España, cuando quieres dedicarte a diseñar juegos de mesa, hay dos caminos principales. El primero es dedicar tu tiempo a patearte ferias, convenciones y quedadas para intentar caer bien a la mayor cantidad de gente posible y que te apoyen por compromiso cuando saques el micromecenazgo de ese diseño al que has dedicado cinco minutos entre dos sesiones de famoseo.
Cómo no querer a los dioses griegos, esas versiones superpoderosas de adolescentes melodramáticos que cada vez que enganchan una rabieta, en lugar de encerrarse en su habitación a escuchar a Tokyo Hotel, te mandan un monstruo gigante de siete cabezas a arrasar una ciudad y oye, eso de que un dragón se coma tu granja y transformen tus ovejas en babosas fétidas porque al dios de turno le ha dado un ataque de cuernos le daba una chispa especial a la vida.
Somos los alcaldes de una prometedora ciudad, encargando a nuestros arquitectos la dura tarea de diseñar y levantar la metrópolis más próspera de todas. Aunque tiene un modo clásico y otro experto, con algunas diferencias, la base de la mecánica es seleccionar, con nuestros arquitectos, una loseta (edificio) de entre las que forman una rejilla cinco por cinco y colocarla.