Es un juego de miniaturas basado en la saga Star Wars en el que de dos a cinco jugadores se enfrentarán por el dominio galáctico. Incluye dos modos de juego: modo historia para dos a cinco jugadores y modo escaramuzas exclusivo para dos jugadores. Las reglas son bien sencillas: los jugadores se van alternando activando uno de sus personajes o tropas.
El objetivo del juego es rodear por completo a la reina contraria con tus piezas o las del rival. Para ello, cada jugador usará sus cinco tipos de fichas bichos con la particularidad de que cada una tiene un movimiento distinto. Vamos a ver cuales son y qué hacen cada una de ellas. El setup del juego no puede ser más sencillo: cada jugador elige un color y pone sus piezas en su lado.
Este juego, aparte de tener uno de los títulos más complicados de escribir desde que aprendimos a deletrear Cthulhu, mantiene la tónica de caja enorme y portada megamolona típica de blockbuster de acción con gente chunga disparando pistolones contra bichos feos, pero cambia el plástico por el cartulaje.
Construir cosas mola. Terminar la partida viendo la cantidad de cosas que has puesto en el tablero y decir "esto es mío" siempre da gustirrinín. Por eso la mayoría de los juegos que se convierten en auténticos bombazos tienen algún elemento de construcción. En este juego todo tiene un aire familiar, pero no del todo. El objetivo principal es construir edificios.
Un excelente juego. Un eurogame en toda regla que entrelaza varias mecánicas de forma muy interesante. La principal es el control de áreas (mayorías) con un motor de construcción de mazo y gestión de mano; además tiene un toque de draft y set collection, todo bien engranado. Se nota que se ha puesto interés en ofrecer una buena escalabilidad a cualquier cantidad de jugadores.
Éste es uno de esos juegos de los que oyes hablar a los viejunos, así que la pregunta no es por qué se ha decidido publicarlo después de tanto tiempo, sino por qué no lo habían hecho antes. Sin embargo, que un juego fuera muy bueno en su momento no implica que lo siga siendo hoy en día. Pero, ¿necesitas llevar barba de mendigo e ir a falsos antros para disfrutarlo?
Éste es un juego de subastas de tres a cinco jugadores que a lo largo de cuatro rondas competirán por convertirse en el marchante de arte más rico. Para ello cada jugador tendrá en su mano cartas con diferentes obras de arte de varios artistas, entonces por turnos deben subastar una de sus cartas, hay un total de cinco tipos de subastas diferentes.
Se desarrolla a lo largo de cuatro años (rondas). En cada ronda habrá tres batallas diferentes entre los seis ejércitos que se representan en el juego. Pero nosotros no pertenecemos a ninguno de ellos... Nosotros somos carroñeros de guerra, auténticos cambiabandos que apoyaremos al ejército que más nos convenga en cada momento...
Durante el periodo Edo, comerciantes luchaban contra viento y marea para transportar en barco materiales muy cotizados hasta el centro de Japón. A veces esos mercaderes sufrían el azote de la gran marea negra y el cargo desaparecía en la inmensidad del océano... ¿Serás capaz de embarcarte y llevar a buen puerto tus mercancías sin sufrir pérdidas?
Los jugadores por rondas y alternativamente utilizarán a los componentes de su tribu para obtener mercancías, intercambiarlas o mejorar la propia tribu, todo esto se realiza en un tablero central cambiante. Al principio de la partida este debe crearse, para ello dispondremos los bordes con las cartas numeradas que hacen esta función.
Existen dos tipos de jugadores: los que mueren por un tema y los que disfrutan con las mecánicas. Si eres del segundo tipo quizá ya conozcas el juego que hoy vamos a reseñar y si no, quizá lo que vamos a escribir te interese... Si eres del segundo tipo seguramente te de igual de lo que vaya el juego, pero aún así, para justificar un poco la portada, diré que se supone que somos unos meeples que llegamos en barco a un nuevo mundo que tenemos que colonizar.
Como me han llamado influencer y dicen que hay quienes publican juegos porque hablo bien de ellos, voy a aprovechar y contaros un poquito acerca de uno de los mejores juegos de negociación pura que hay en el mercado, y que lleva tiempo sin una edición en español. Que ya vale de que nos cuelen cosas y luego estas joyas haya que comprarlas aprovechando viajes a Londres.
Si te gusta el misterio, la intriga y los juegos de deducción, el juego te molará. Además, acabo de descubrir un hilo que recopila nuevos casos amateur traducidos al español para usar junto al resto de componentes que incluye el juego, con lo que se palía el gran inconveniente que presenta: qué pasa cuando se acaba "el libro".
A lo mejor Luciani y Tascini no os suenan demasiado, pero estos dos chicos dejaron a medio mundo con el culo torcido con "Tzolk'in: El Calendario Maya", un juego de colocación de trabajadores con engranajes que fue la sensación del momento. Hoy en día ha perdido gran parte de su magia, principalmente por haber sido uno de esos juegos tan jugados y tan estudiados.
Ya tocaba reseñar este juego, ¿no? Entre que el nombre del blog, el logo y que los juegos de gato y ratón siempre ha tenido un hueco en mi negro corazoncito, tarde o temprano tenía que caer. Y es que no siempre tiene uno las dos o tres horas libres para jugar a "Sombras sobre Londres" o no apetece enfrentarse a todo el cromo de "Specter Ops".
Hoy os traemos uno de los mejores eurogames que se pueden encontrar para iniciar a gente no muy jugona y que, una vez haya probado algún filler o juego familiar, quiera dar un paso adelante en el mundillo lúdico. Un juego de estrategia, fácil de explicar, con una duración corta y que fluye de forma sencilla y amena.
Sid Sackson no es un nombre dentro del mundo de los juegos de mesa modernos: es el nombre. No sólo por la cantidad y calidad de sus juegos, sino porque fue una de las primeras voces en decir que esto de los juegos de mesa era un asunto serio y reivindicar la figura del autor en esta disciplina. Éste es uno de sus juegos más famosos.
Las acciones que tenemos disponibles en cada turno son sólo dos: o jugar una carta desde nuestra mano para construir un edificio o descartarnos de las cartas que no nos interesen y reponer la mano con otras nuevas. Cuando se ocupan determinadas zonas del tablero (poblados bárbaros) o se construye cierto número de edificios especiales (templos) acaba la partida.
Eres espía, pero de los que se sacaron el título haciendo cursos de C.C.C., de los chungos. No sabes cómo, pero te acabas de despertar en medio de cualquier sitio, rodeado de gente pero sin la más remota idea de cual es tu paradero... ¿Serás capaz de llegar a la conclusión de dónde estás sin que los que te rodean se den cuenta de que eres un espía?
¿Te gusta "Star Wars" y puedes pagarlo? Ya debería estar en tu estantería. ¿No le ves la gracia a eso de los sabes de luz y la fuerza y el tipo de negro con problemas respiratorios? Da igual lo que te diga, no te lo vas a comprar. Hale, ya está. Hasta mañana. ¿Seguís ahí? Bueno, pues tendré que elaborar un poquito más, qué remedio.
Lo primero, para los que no sabéis de qué va este juego, que ya os vale, estamos ante una curiosa vuelta de tuerca a los juegos de roles ocultos en la que un jugador (el espía) tiene que adivinar dónde se encuentran los demás, mientras éstos hacen lo propio intentando descubrir al espía, por medio de preguntas y respuestas deliberadamente vagas y llenas de dobles sentidos.
Los juegos de dados están de moda... y todos refritos de versiones de juegos de mesa antes vistos. No suelo confiar en las segundas partes pero en esta ocasión, algo me decía que podíamos estar ante un buen juego... ¡veamos qué tal! En este juego tenemos que construir nuestra galaxia sin olvidarnos de que es una carrera contra el resto de jugadores.
El juego es de control de zonas, a lo "Risk", pero con muchos giros en la jugabilidad. Tu dios tiene sólo un tipo de recurso para pagar unidades o hechizos mágicos que se recuperan cada ronda automáticamente. Cada dios puede elegir entre tres unidades y diferentes cartas de hechizo, tanto las unidades como los hechizos son distintas para cada dios.
Vaya, ya está aquí Uwe Rosenberg. Espera que saco la plantilla para reseñar sus juegos: en este juego tenéis a una familia de granjeros que cultiva cosas y a los que hay que dar de comer de vez en cuando para llevarse puntos de vict... ¿Cómo? ¿Botones? ¿Retales? Ya me la ha liado el muy... Pues sí, por una vez y sin que sirva de precedente, no tiene nada que ver con granjas.