Un juegaco como la copa de un pino. Eso sí, de los que si juegas demasiado se puede decir que rápidamente lo vas a quemar porque tampoco tiene un número demasiado elevado de plantillas. Sin embargo... para bien o para mal, estamos en un mundo en el que en nuestras casas abunda la variedad de juegos.
Sumérgete en la Segunda Guerra Mundial y pelea por el control de los océanos recreando grandes batallas navales. Toma el control de un barco militar de la época: submarino, destructor o portaaviones; todos distintos entre sí, y gestiona a los tripulantes de tu navío para ser el capitán más eficaz y así derrotar los barcos enemigos.
Siempre digo lo mismo: un buen juego lo hace "cualquiera". Pero un buen manual... ya es otra historia. Si habéis probado alguna vez a pasar vuestras ideas de la mente al papel, os habréis dado cuenta de que no siempre es sencillo. Ignoro si después de crear el juego el autor o alguien decidió colgar en la red unas reglas que fueran canelita en rama pero...
Aquí, la estrategia sobre dónde poner tus tropas, pueblos, ciudades,... y el qué hacer durante tu turno va a resultar bastante importante. Es cierto que todo se resume en reclutar, mover, evolucionar y avanzar en el track de puntuación. Pero amigos míos... siempre teniendo controladas vuestras fronteras.
A veces hay juegos que arman cierto revuelo. Éste es uno de esos, y juraría que todo fue causado en su momento por un único aspecto: el manual. Tristemente estamos ante un juego que si hubiera estado bien explicado podría haber triunfado. Tenía los ingredientes necesarios para ello: es portátil, no pesa nada, tiene buenos componentes, se prepara en un plis-plas, va de darse toñas, permite hasta seis jugadores,...
La verdad es que no lo conocía, pero después de ver que era visualmente atractivo, totalmente independiente del idioma (salvo el reglamento) y que algún alma bondadosa se había dedicado a traducir la parte no cristiana del juego... Al final me animé a decir que vale. Además pintaba que iba a ser de los que me gustasen...
Es la primera vez que os puedo enseñar un prototipo y por eso desde aquí lo primero es agradecer el que hayan confiado en mí para mostrarlo. Antes que nada quiero recordaros que lo que tenemos entre manos es un prototipo y eso quiere decir que los componentes una vez esté listo el juego, van a ser mejores y obviamente van a estar mejor acabados.
¡Wow! ¿Un juego totalmente en inglés en mi canal? ¿Pero esto qué es? No os preocupéis, que no se me ha ido la perola. Por ahora mi idea sigue siendo no comprar de primera mano juegos que no estén en mi idioma: spanish de "tó" la vida. Entonces... ¿Qué leches ha pasado? En un intercambio, éste fue el que me ofrecieron.
¿Puede un juego con sólo seis acciones ser divertido? ¿Y si sólo puedes hacer una de esas acciones por turno? La respuesta increíblemente es: sí. Estamos ante un juego que precisamente por su sencillez y vistosidad tiene todas las papeletas de triunfar en nuestras mesas. ¿Por qué? Básicamente porque ello no implica que el juego no tenga comedero de cabeza.
Por regla general suelo ir a saco, pero cuando algo me genera dudas en cuanto a calidad de materiales... casi que prefiero eso de: "primero probamos y después confiamos". Obviamente yo no pruebo nada, sino que espero a que los cientos de impacientes del mundo mundial lo hagan por mí. Al final ha resultado que nadie se ha quejado o al menos yo no he escuchado nada.
¿Sabéis cuando veis un juego y os llama tanto la atención que lo queréis, pero tiene algo que hace que no os fiéis? Eso mismo era este juego para mí. Cuando lo sacaron me pareció algo muy novedoso que podía estar cargado de risas y buenos momentos. Sin embargo tenía la pega de ir con rotuladores, plásticos transparentes... Aquello a mi no me convencía.
La mayor pega de todo es que al funcionar por dados y ser yo un desastre con mis tiradas... si el día se me tuerce, tengo que tener cuidado e invadir poco porque si no voy a ser de los primeros jugadores en ir a la caja. Éste es de esos juegos en los que dudo exista alguien en el planeta que no lo conozca. Ha sido multireversionado y además está en bastantes idiomas.
Es probable que éste fuera de los primeros juegos de mesa a los que jugase una y otra vez sin parar. Ya fuera solo o en compañía, adoraba eso de conquistar el mundo. Hasta tal punto llegaba mi afán, que muchas veces me callaba el hecho de que había logrado mi objetivo sólo por seguir machacando y machacando al resto.
A un pernicioso robot armado hay que destruirlo. Pero antes de luchar con él, tienes que sobrevolar peligrosos blancos enemigos, salvar obstáculos y librar feroces combates con otros aviones ¿Volverás victorioso? La versión hogareña del juego de las máquinas recreativas. Cada equipo parte de su base con dos aviones y por medio de tiradas de dados y ruletas tendrán que ir destruyendo pañoles, torretas, bidones e ir atravesando los muros que separan las distintas "fases" del juego.
Todos los componentes llegan en una caja quizás demasiado grande para mi gusto, teniendo en cuenta las pocas cosas que contiene. Eso sí, al menos lleva un inserto. Estamos ante un juego de los que han envejecido regular. Al ver el arte y los componentes uno se espera una pasada de juego. No diré que sea malo, pero tampoco es bueno.
El caso es que los que sí lo han jugado comentan que esta versión tableril se asemeja bastante al videojuego. Dicho todo esto, estamos ante un juego que desplegado es precioso... ¡Y no creáis a quien diga lo contrario! Es broma, que cada cual tiene sus gustos. Los materiales son excelentes y las fichas de los jugadores dan un toque bastante original al tener esas dos posiciones.
¿Alguna vez os habéis planteado cómo sería estar metido dentro de una máquina recreativa de los años de la polca? Yo no. Sin embargo la pregunta me venía al pelo para este juego, y es que en parte es lo que vamos a hacer. Una vez tengamos desplegado el tablero y el atrezzo teatral, nos daremos cuenta de que ante nuestros ojos tenemos recreado el mundillo de una de esas máquinas en las que de pequeños echábamos las monedas que nos sobraban del cine.
Ni siquiera le han dado un lavado de cara al juego básico con sus misiones y demás (es lo mínimo que deberían haber hecho). Y encima le añadimos lo de que llevando el nombre de Juego de Tronos te esperas que hayan creado alguna variante que te haga sentir un mínimo dentro de ese mundillo. Porque vamos... si simplemente por llevar figuritas les sirve para ambientarse... mal vamos.
Las cartas de objetivo al final son las que le dan más variabilidad a las partidas. Tiene más versiones de juego, pero a mí sólo me gusta jugar a la de cumplir tu misión. Cada dado se asocia a una tropa, por lo que si defiendes con una tropa, lanzas un dados. Pero si defiendes con dos, lanzas dos dados.
¿Qué tiene de novedoso este juego? Por un lado te permiten atacar de puerto a puerto, con lo que los terrenos ya no están tan firmemente seguros. Por otro, si al lograr una conquista y robar la carta pertinente resulta que es la de "Valar Morghulis" el juego termina. Se contean los puntos de los jugadores supervivientes y el que más tenga es el ganador.
Una vez has repartido tus tropas en el tablero el jugador con el turno tiene que reforzarse y elegir si va a atacar a otros jugadores (una o varias veces). Si conquista un territorio durante su turno consigue una carta (máximo de una por turno) que posteriormente le servirá para haciendo combinaciones rearmarse en la fase de refuerzo pertinente.
Personalmente pienso que esta variante tiene de Juego de Tronos, lo que yo de rey. No es mal juego, pero diría que es caro. Aun así, ¿cómo se juega? Cada jugador coge su caja de miniaturas y se reparten las cartas de territorio entre todos. Sigue la idea clásica de repartir los territorios sin importar qué casa llevas ni nada.
Los que conozcáis el juego en su versión normal no os vais a sorprender con lo que trae esta variante porque sencillamente es muy parecida. La caja tiene un arte bastante sobrio que me encanta y el cartón se me antoja de la misma calidad que en otras versiones del juego (y perdonad si no hago más que repetir esa palabra).
Estamos aquí para hablar de este juego del que por cierto a su vez hay dos versiones: la edición batalla y la edición deluxe. Personalmente, después de ver la edición "barata", sabiendo que no me corto criticando lo que no me gusta y alabando lo que sí e intuyendo que la otra va a ser igual solo que con un tablero más y algo más de cartas...